Iboga
La conexión con los ancestros¿Qué es la iboga?
La iboga (a veces pronunciado eboka o eboga) es un arbusto de la familia de las Apocináceas de África ecuatorial, la Tabernanthe iboga de cuya raíz se prepara un poderoso enteógeno. La raíz (en particular la corteza de ésta) se usa mucho por sus propiedades afrodisiacas, pero en pequeñas dosis actúa como estimulante, aumentando la resistencia y la fuerza muscular. Su utilización como enteógeno está restringida exclusivamente al uso ritual, como es el caso del culto bwiti, en donde la iboga constituye el eje principal de su religión. Los fang de Gabón son uno de los cultos religiosos que emplean iboga para comulgar con Nyngwan Mebege, el principio femenino del universo.
Alcaloides de la iboga
La tabernate iboga contiene alcaloides de tipo indólicos como la psilocibina del teonanácalt. El principal alcaloide es la ibogaína, aislado por primera vez de la corteza de la raíz en 1901 en Francia. Hoy en día la ibogaína ocupa un destacado lugar en las investigaciones neurofarmacológicas vinculadas a la desintoxicación de toxicómanos. La Ibogaína es un estimulante del sistema nervioso central. En pequeñas cantidades es un estimulante, en cambio a dosis mayores provoca intensas visiones. En dosis elevadas pueden provocar parálisis e incluso parada respiratoria.
La experiencia con la iboga
El culto bwiti une simbolismo tradicional africano y cristiano y sus ceremonias nocturnas se llevan a cabo en templos en los que sus miembros esperan lograr el nlem mvore, un estado de «unión de corazón». El culto está destinado a proporcionar a sus seguidores una experiencia del mundo espiritual con el fin de superar el miedo a la muerte. Busca también restablecer el contacto con los antepasados, algo que se ha deteriorado bajo la forzosa influencia de la evangelización misionera. Los miembros del culto se denominan ndzi eboga o «comedores de eboga».
La experiencia enteogénica con iboga implica dos aspectos fundamentales: uno, un retorno al seno materno y al inconsciente del individuo, y el otro, un viaje hacia la tierra de los muertos y los ancestros.
La iboga está íntimamente asociada a la muerte, de hecho el consumo de grandes dosis de iboga puede ser peligroso, incluso mortal. A los iniciados se les hace conscientes de dichos peligros y, excepto en el contexto muy claro y definido de la iniciación, los líderes del culto no aprueban la ingesta de dosis fuertes.
La iniciación es un proceso de seis fases que ha de concluirse antes de la salida del sol:
1ª fase: La noche antes de la iniciación, el candidato es valorado por los líderes del culto, que deciden si es o no aceptado. En ocasiones, en este momento se le puede dar un poco de iboga al candidato.
2ª fase: Implica un largo día de consumo de grandes cantidades de iboga en el templo.
3ª fase: Cuando los candidatos ha alcanzado el estado apropiado de consciencia, son sacados a la selva y preparados ritualmente.
4ª fase: Regresan al templo y se suman a la actividad ceremonial que tiene lugar mientras siguen consumiendo iboga hasta alcanzar un estado de gran alteración de la conciencia (conocido como «muerte eboga») que representa la entrada en la tierra de los muertos.
5ª fase: Ya no se vuelve a utilizar la iboga y el iniciado es sacado del templo para finalizar su estado visionario en un entorno tranquilo.
6ª fase: Tiene lugar a la mañana siguiente, cuando el iniciado está totalmente recuperado y es capaz de narrar los detalles de la experiencia, para posteriormente integrarse en la comunidad bwiti. De nuevo el héroe solar nace con el alba, después de atravesar el inframundo.