LOS DIFERENTES TIPOS DE CHAMANES

LOS DIFERENTES TIPOS DE CHAMANES

¿SON TODOS LOS CHAMANES IGUALES?

Sería muy simplista asumir que todos los chamanes son grandes maestros o sabios excepcionales. Los chamanes surgen del colectivo humano y, por tanto, en ese selecto grupo de personas encontramos todos los aspectos de la naturaleza humana. Como el resto de la gente, los chamanes exhiben distintas habilidades, talentos y motivaciones dentro de su vocación. Y como dice José María Poveda en su libro Chamanismo, el arte natural de curar que para mayor precisión hay que distinguir entre chamán y chamanismo, pues no todos los actos del chamán son necesariamente actos chamánicos, y personas que no sean chamanes, pueden utilizar o desarrollar tareas basadas en tales técnicas. 

Dentro de su colectivo, los chamanes diferencian entre aprendiz, el individuo promedio, el que es bueno en su labor y el verdadero maestro. Por lo tanto hay una primera categoría que guarda relación con el nivel de habilidad. Obviamente hay chamanes que son más hábiles que otros, independientemente de sus años de experiencia. La experiencia es importante aunque no lo es todo. Aparte de las habilidades y los años de experiencia un chamán puede tener más talento que otro. Esto se manifiesta en los valores. Los valores están relacionados con aquello que para el chamán es significativo e importante, y determinan lo que un chamán hará o no hará con sus talentos, habilidades y conocimientos.

Existen cuatro sistemas de valores que influyen en la conducta de los chamanes. Así podemos encontrar de todo, unos mediocres y otros, excepcionales.

 

LOS DIFERENTES TIPOS DE CHAMANES

1. Chamanes orientados hacia la supervivencia.

El primero y más primitivo de los sistemas de valores chamánicos es el que está enfocado a la supervivencia. Éstos suelen ser muy supersticiosos, desconfiados y están dispuesto a hacer cualquier cosa para sobrevivir. Esto puede incluir asesinar a sus oponentes, practicar magia negra o hechicería para dañar a otros y conseguir sus fines egoístas. Son absolutamente despiadados y no entienden conceptos como amor, bondad, servicio o altruismo. Suelen sacrificar animales y usar sustancias embriagantes para sus ritos, como fermentos alcohólicos.
Su poder se basa en el miedo, y su empleo de las plantas de poder suele ser generalmente con fines adivinatorios (donde se encuentra la caza, los enemigos, etc..), con la finalidad de purgar el cuerpo físico o como medio de adquirir valor para la guerra. Las visiones con las plantas de poder suelen ser caóticas y sin significado aparente, por lo que las consideran un efecto secundario desagradable y no suelen cantar ícaros.
No son muy intuitivos, son rígidos e inflexibles y su forma de pensar es que cualquier problema o enfermedad esta causada por otros (visibles o invisibles) y perciben a los demás como enemigos.

2. Chamanes orientados hacia sí mismos.

Después del chamán orientado a la supervivencia viene la categoría de los chamanes que tienden a dar prioridad a su reputación. Para ellos lo importante y significativo es darse a conocer y tener éxito independientemente de los medios empleados para ello. Algunos son muy hábiles en el manejo tanto del mundo físico como del energético y cuentan con cierta ayuda del mundo invisible, aunque no de un nivel superior. Y aunque en muchos casos sanen a la gente, esa no es su motivación, si no la de hacerse ricos y adquirir poder.
Son personas que se dedican al chamanismo como negocio, no como vocación y utilizan sus técnicas o conocimientos para satisfacer sus fines egoístas. A veces muestran un gran carisma con el que atraen a la gente, pero no es más que la capa visible de un ego desmesurado.

3. Chamanes orientados al servicio.

Este grupo de chamanes está motivado por el servicio y ayuda a los demás. Tienen una profunda comprensión de la psicología de las personas y generan gran empatía en las personas. No recurren forzosamente a su tradición para orientarse, más bien se dejan guiar por su interior.
Por lo que no es extraño que incorporen elementos que no son de su tradición si consideran que benefician a la gente. Estos chames son flexibles y abiertos muestran grandes poderes curativos y siempre están dispuestos a ayudar a los demás. Tienen capacidad de manejar cierto tipo de aliados invisibles que le ayudan en su trabajo.

4. Chamanes orientados hacia la sabiduría.

Los chamanes orientados a la sabiduría son los grandes maestros. Son muy intuitivos, ven a los demás como si fueran transparentes. Tienden a ser directos y son muy compasivos y amorosos. Son muy respetados e incluso suelen ser líderes de sus comunidades. Demuestran gran destreza, fuerza y humildad.
Sus capacidades a veces se convierten en leyendas ya que dominan tanto la realidad física como el mundo invisible. Tienen un visión “vertical” del ser humano y destacan por su impecabilidad. Suelen ir acompañados de seres de luz, grandes seres invisibles que son invocados en las ceremonias para la transformación y sanción de los participantes.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

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Guía del explorador psicodélico

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PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

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MICRODOSIS PSICODÉLICAS: CUANDO MENOS ES MÁS

MICRODOSIS PSICODÉLICAS: CUANDO MENOS ES MÁS

Microdosis en la actualidad

Una microdosis es una dosis de una sustancia psicoactiva que es demasiado baja para producir un efecto modificador de la conciencia perceptible. Los hongos psilocibios y el LSD son las dos sustancias que son microdosificadas con mayor frecuencia, aunque la ketamina, el DMT o la ayahuasca van alcanzando cada día más popularidad.

Las razones por las que las personas toman microdosis son muy diversas: eliminar la ansiedad o la depresión, aumentar la creatividad o profundizar en los estados meditativos. Sin embargo, aunque los consumidores informan sobre muchos beneficios de las microdosis, el tema ha eludido durante mucho tiempo a la comunidad científica responsable de poner estos informes a prueba.

Afortunadamente, la creciente popularidad de las microdosis está impulsando una investigación científica más profunda sobre el tema. Hace cinco años, prácticamente no había estudios sobre microdosis de psicodélicos. Sin embargo, en todo este tiempo, podemos encontrar en revistas académicas cerca de 400 artículos diferentes publicados sobre el tema.

Destellos de esperanza

Los profundos cambios provocados por la psicoterapia asistida por psicodélicos están vinculados a las intensas tomas de conciencia que inducen las sustancias con macrodosis. Una microdosis de hongos psilocibios, que se encuentra entre 0,05g y 0,3g aproximadamente, no es probable que cause la profunda desintegración y reestructuración del ego asociada con una dosis completa de los hongos (de 2g a 3,5g). Pero eso no significa que las microdosis de hongos no sea beneficiosas. Lo que ocurre es que sus efectos no son perceptibles como una intensa alteración de la conciencia o experiencia psicodélica como ocurre con macrodosis.

Estos efectos son más sutiles y se van acumulando con el tiempo actuando paulatinamente, produciendo pequeños cambios en la vida del consumidor que marcan la diferencia. Por poner solo unos ejemplos, en algunos casos mejorará el estado de ánimo, la concentración o la memoria y en otros aumentará la creatividad o potenciará algún tipo de trabajo de desarrollo personal o proceso psicoterapéutico. Todo depende de la intención y el enfoque en lo que la persona quiera trabajar, algo muy similar a lo que ocurre con las macrodosis en contextos ceremoniales o terapéuticos.

 

¿Con qué frecuencia se debe tomar microdosis de psicodélicos?

Como sugieren investigadores como James Fadiman o Paul Stamets, la microdosificación suele ser intermitente. Eso significa que los consumidores tomarán una pequeña dosis cada dos, tres o cuatro días, durante un periodo en el cual se manifestarán resultados claros de lo que se pretende conseguir con el proceso de microdosificación. Las microdosis de psicodélicos puede ayudar a desmantelar lentamente los patrones de pensamiento negativos habituales y ofrecer nuevas formas de percibir y afrontar la vida.

Podemos decir que la microdosificación activa un proceso sutil en el que los pequeños cambios se convierten en resultados visibles a modo de beneficios a medio o largo plazo. Estos beneficios van vinculados con el propio compromiso de la persona ya que una parte fundamental de la ecuación es la intención de la persona que toma microdosis. Esto puede sonar poco científico, pero después de ver cientos de personas que en estos últimos cuatro años han experimentado con microdosis, los resultados positivos hablan por sí mismos.

«Los alcaloides no son los responsables de los cambios, son las propias personas que los consumen. Los alcaloides sólo facilitan que el cambio sea posible».

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 

LIBROS SOBRE MICRODOSIS

Qué día más bueno. Tomar LSD en microdosis me cambió la vida

Libro: Qué día más bueno: Tomar LSD en microdosis me cambió la vida
Autor: Ayelet Waldman

Precio: 19,85 €

Cómo cambiar tu mente - Michael Pollan

Libro: Cómo cambiar tu mente: Lo que la nueva ciencia de la psicodelia nos enseña
Autor: Michael Pollan

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Microdosis de hongos mágicos

Libro: Microdosis de hongos mágicos
Autor: Xosé F. Barge

Precio: 4,99 €
(versión Kindle)

 

 

5 PLANTAS SAGRADAS PARA VIAJAR AL MÁS ALLÁ

5 PLANTAS SAGRADAS PARA VIAJAR AL MÁS ALLÁ

LA CONEXIÓN CON LOS ANCESTROS

La idea del “más allá”, se basa en la creencia de que una parte del ser humano sobrevive de alguna manera después de la muerte. Se trata de una creencia que ya se encontraba en los antiguos enterramientos del hombre de Neandertal. Esta idea de que algo de nosotros continúa después de la vida en otro plano de existencia, suele ser diferente en cada cultura, mostrando infinidad de variantes a través de la historia. Al rastrear este concepto del “más allá” hasta los propios orígenes del ser humano nos encontramos con la figura de la persona experta en el más allá: el chamán.

Así, el chamán o brujo, era la persona capacitada para viajar al más allá y traer de vuelta determinados conocimientos o soluciones para su gente. Precisamente este es el motivo que define la palabra shaman que significa “hombre de conocimiento”. A través de la modificación de conciencia (el trance o éxtasis místico) los chamanes conectaban en el mundo invisible con la sabiduría de sus ancestros. De entre la diversidad de métodos para la alteración de la conciencia, se encuentra uno muy concreto que está adquiriendo cada vez más auge en nuestros días: Las plantas sagradas o enteógenas.

 

5 PLANTAS CHAMÁNICAS PARA CONOCER EL MÁS ALLÁ

Existe una gran variedad de plantas, consideradas como sagradas, que son empleadas por los chamanes para traspasar la frontera de este mundo y adentrarse en el ámbito de lo invisible. Muchas de las descripciones que relatan los que experimentan con dichas plantas coinciden con los relatos de las personas que han vivido una experiencia cercana a la muerte (ECM). Entre los tipos de plantas sagradas chamánicas más conocidas se encuentran la ayahuasca, la iboga, el san Pedro, los hongos psilocibios y la datura.

 

1. Ayahuasca, la enredadera de los muertos

Ayahuasca, es el nombre que se da tanto al ingrediente principal de una mixtura vegetal o pócima visionaria muy extendida en la cuenca amazónica como a la poción misma. Ayahuasca es un término procedente de la lengua quechua, que está compuesto por dos fonemas: aya, que significa alma, ancestro o muerte, y huasca, que significa liana, cordón o soga. Así ayahuasca viene a significar «liana de los muertos» o «enredadera del alma». Según la zona donde se elabore adquiere otros diferentes nombres como nishi cobin, que en idioma shipibo significa «bebida de la sabiduría» o «bebida de los sabios». 

La ayahuasca puede ser entendida como el hilo de Ariadna que nos conduce a través del laberinto de nuestra psique, a través de la muerte de nuestros falsos yoes, hacia nuestra alma, ayudada por los espíritus de nuestros ancestros. Se la considera una planta maestra, no solo porque de su consumo se extraen enseñanzas, sino porque los chamanes la usan como vía para acceder al mundo de los espíritus y aprender todo tipo de cosas, desde cómo preparar medicinas, diagnosticar enfermedades o cómo descubrir el significado de la propia vida.

liana de ayahuasca

Es muy frecuente que durante la experiencia con ayahuasca se vean imágenes de animales feroces o entidades con un aspecto muy amenazador, tales como serpientes, demonios o dragones: son proyecciones del contenido reprimido en el inconsciente, que reflejan partes de nuestra psique que han de ser sanadas e integradas; son los primeros desafíos o escalones que han de ser superados. Estas sobrecogedoras visiones son muy similares a las descripciones del estado post mortem o bardo que aparecen en el Bardo thodol o Libro tibetano de los muertos. Ya en los años 60, Timothy Leary, Richard Alpert y Ralph Metzner hicieron una versión de dicho libro llamado La experiencia psicodélica, una interesante guía de cómo preparar los viajes psicodélicos con LSD o psilocibina.

El principal responsable de las visiones que la ayahuasca produce es la dimetiltriptamina o DMT. Se trata de un alcaloide contenido en la psychotria viridis, uno de los vegetales que sirve de ingrediente para la elaboración de la ayahuasca. Entre 1990 y 1995 el Dr. Rick Strassman, realizó una fascinante investigación sobre el DMT cuyos resultados vieron la luz en forma de libro: DMT: La molécula del espíritu. Además de sus observaciones científicas, Strassman, también sugirió en su libro que el DMT está relacionado con historias de contactos de seres de otras dimensiones y con las impactantes ECM o experiencias cercanas a la muerte.

 

2. Iboga, la conexión con los ancestros

La tabernanthe iboga es un arbusto de la familia de las Apocináceas de África ecuatorial de cuya raíz se prepara un poderoso enteógeno. Su utilización como enteógeno está restringida exclusivamente al uso ritual, como es el caso del culto bwiti en Gabón, en donde la iboga constituye el eje principal de su religión. Con el tiempo el empleo ritual de la iboga se ha ido extendiendo también a Guinea Ecuatorial y el sur de Camerún.

El culto une simbolismo tradicional africano y con ciertos símbolos cristianos. El culto está destinado a proporcionar a sus seguidores una experiencia del mundo espiritual con el fin de superar el miedo a la muerte. Con este ritual se busca también restablecer el contacto con los ancestros y alcanzar la visión de Nyngwan Mebege, el principio femenino del universo.

tabernathe  iboga

De esta forma la experiencia enteógena o psicodélica con iboga podemos decir que conlleva dos facetas estrechamente vinculadas entre sí: la primera trata sobre el retorno al seno materno, o sea, al inconsciente del propio individuo, y la otra faceta versa sobre el viaje hacia la tierra de los muertos y los ancestros. Así podemos ver como la iboga está íntimamente asociada a la muerte, de hecho si se consume excesiva dosis de iboga puede ser incluso mortal. A los iniciados se les advierte de dichos peligros antes de comenzar su ritual de iniciación para conocer la tierra de los ancestros.

El desarrollo del ritual de iniciación consta de seis fases que concluyen antes de la salida del sol. A medida que el sol aparece en el horizonte, el iniciado se va recuperando y es capaz de narrar los detalles de su experiencia por el más allá o mundo de los ancestros. De esta forma es como es admitido en la comunidad bwiti

El principal alcaloide de la tabernathe iboga es la ibogaína, un alcaloide de tipo indólico como la psilocibina del teonanácalt. Hoy en día la ibogaína ocupa un destacado lugar en las investigaciones vinculadas a la desintoxicación de toxicómanos.

 

3. Hongos sagrados, la carne de los dioses

Se considera hongos sagrados o mágicos a las especies psicoactivas de los hongos psilocibe. Este tipo de setas se encuentran prácticamente en todos los continentes. Su uso ancestral está ampliamente documentado en la zona de centroamérica. Es sabido que los aztecas solían consumir con asiduidad un hongo de carácter sagrado al que llamaban teonanácatl, que significa «carne de los dioses». 

el inframundo azteca y los hongos

El teonanácatl se consumía frecuentemente en banquetes y rituales acompañados de cacao y miel. Lo que es menos conocido es el uso exclusivo que le daban los reyes y sacerdotes cuando estaban en el lecho de muerte. Cuando un rey estaba a punto de morir consumía cierta bebida similar al pulque, a la que añadían teonanácatl y así poder entrar en el más allá con su conciencia expandida. De esta forma atravesaban el umbral de la muerte con plena consciencia, dejaban atrás el mundo físico y se adentraban conscientemente por el mundo de los espíritus. En su cosmovisión, debían atravesar el Mictlán o inframundo, que estaba dividido en nueve regiones. Una vez atravesado el inframundo su alma sería liberada completamente de todo padecimiento por Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, esencia de la muerte masculina y femenina respectivamente. Curiosamente el psicopompo que acompañaba a las almas por el inframundo azteca era el perro xoloitzcuintli, una simbología muy similar al dios egipcio con cabeza de chacal que guiaba a los muertos en el inframundo: Anubis.

 

4. San Pedro, las puertas del cielo

Wachuma, huachuma o san Pedro son algunos de los nombres por los que se conoce a las especies de cactos psicoactivos trichocerus pachanoi y tichocerus peruvianus. Varios pueblos indígenas de Sudamérica siguen utilizando el san Pedro para el uso ceremonial o terapéutico, sobre todo en las regiones andinas de Bolivia, Perú y Ecuador. Este cacto contiene principalmente mescalina, el mismo alcaloide psicoactivo que otra cactácea sagrada: el peyote

El nombre de San Pedro que recibe el cacto procede del sincretismo religioso en el que confluyen los conceptos indígenas con la imaginería cristiana procedente de los conquistadores españoles. En este caso la asociación del cacto como «llave al cielo» y el apóstol San Pedro como custodio de las «llaves del cielo» es muy obvia. El objetivo del chamán es que los participantes en una mesa  o ritual con wachuma «florezcan», que se «abran como una flor» al mundo de lo desconocido, al mundo mágico de los ancestros, tal y como el propio cacto trichocereus florece vistosamente en noches ocasionales. Los asistentes al ritual con wachuma inician así su vuelo sagrado hacia el más allá, abriendo su corazón como una bella flor.

wachuma o san Pedro

Los chamanes afirman que el wachuma les hace «ver», o sea que les confiere la capacidad de percibir lo invisible y así poder conectar  tanto con los espíritus que habitan el más allá como con los seres sutiles de la naturaleza. 

 

5. Datura, experiencias en el inframundo

Entre las diferentes especies de la familia de las solanáceas con alcaloides visionarios se encuentra la datura. En la Europa medieval se extendió el uso visionario de determinados ungüentos o pomadas cuyos ingredientes mayormente eran plantas de la familia de las solanáceas como la datura o el beleño por las depositarias del conocimiento chamánico precristiano: las brujas. Estos ungüentos eran conocidos por sus tremendos efectos psicoactivos que inducían a poderosas visiones, increíbles fantasías eróticas, la sensación de vuelo o la transformación en determinados animales. Estos preparados se administraban por vía tópica, untados sobre la piel de las axilas, cuello, estómago, ano y genitales, ya que de ser ingeridos podían causar la muerte. La inquisición persiguió con extrema crueldad estas prácticas tildándolas de demoníacas hasta extinguirlas totalmente. En la edad media se consideraba a las plantas visionarias –especialmente a casi toda la especie de las solanáceas– bajo el influjo astrológico del planeta Saturno. Esta asociación de las solanáceas con Saturno se debe a que este planeta era considerado como sombrío y de carácter maléfico. A Saturno también se le considera el guardián del inframundo donde moran los espíritus de los muertos. En el esoterismo se le denomina el guardián del umbral, un arquetipo de aspecto diabólico que representa nuestra sombra psicológica. 

datura estramonium

La psicoactividad de la datura se debe a los potentes alcaloides del tipo tropano (atropina, hiosciamina y escopolamina), que también están presentes en otras especies de solanáceas. A la datura se la conoce por diversos nombres: estramonio, planta de los brujos, hierba de Jimson, higuera del infierno, higuera loca, mata del infierno, manzana espinosa, berenjena del diablo, matatopos, manzana del diablo o trompeta del diablo. Algunos de estos nombres hacen referencia al poderoso efecto visionario y su gran toxicidad al asociarla con el diablo y otros seres maléficos. Muchas de las personas que han ingerido datura han narrado experiencias realmente aterradoras entre delirios y convulsiones. De nuevo encontramos en estas terribles experiencias su gran similitud con las que aparecen descritas en el libro Bardo thodol o Libro tibetano de los muertos

En definitiva, vemos que existen determinadas plantas sagradas que nos ayudan a adentrarnos en el mundo invisible. Y las experiencias con estas plantas chamánicas nos enseñan que si no hemos integrado nuestra sombra psicológica durante la vida, tendremos que enfrentarnos a ella tras la muerte en el más allá.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

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BHANG: EL ORIGEN SAGRADO DE LA MARIHUANA

BHANG: EL ORIGEN SAGRADO DE LA MARIHUANA

Una antigua leyenda india cuenta cómo cuando los dioses batieron el océano de leche para obtener amrita, el néctar divino, lo que obtuvieron fue cannabis, denominado bhang en sánscrito. Los demonios trataron también de conseguirlo pero fracasaron en su empeño, por lo que los dioses le dieron al cannabis el nombre de vijaya (victoria). Desde entonces, los hindúes creen que confiere poderes extraordinarios o shidis a quien consume la planta.

 

Antiguos usos del cannabis

En 1997 se encontró en Checoslovaquia una tira de cáñamo que se remonta al año 26.900 a. C., convirtiéndose así en el objeto más antiguo conocido asociado con el cannabis. Desde aquellos tiempos el cáñamo ha desempeñado un importante papel en el desarrollo de la humanidad. A lo largo de la historia su relevancia comercial, medicinal y espiritual ha sido enorme.

En el antiguo texto del Arthavaveda, el cáñamo es descrito como una poderosa planta que «nos libera de la ansiedad». Durante siglos, este regalo divino fue utilizado en India como medicamento para erradicar una gran variedad de dolencias y enfermedades: como analgésico, para combatir el insomnio, contra las enfermedades venéreas, la tosferina o la tuberculosis. Diversos preparados enteógenos, que incluían también cannabis y datura, eran consagrados a los dioses en la antigüedad, concretamente a las divinidades de Shiva e Indra. Shiva era nombrado por ello con frecuencia como «Señor del bhang». El cannabis se sigue utilizando actualmente en India como embriagante sagrado, especialmente por los sadhus u «hombres santos» que se dedican exclusivamente a la vida espiritual meditando, haciendo yoga y llevando una vida ascética.

El uso del cannabis en el antiguo Egipto está documentado desde el año 1.300 a. C. Existe un gran número de textos egipcios antiguos que mencionan el uso del cannabis en sus rituales y prácticas médicas, incluyendo el Papiro Ebers y el Papiro Berlí. Según Diodoro Sícolo, un historiador griego nacido en Sicilia, las mujeres egipcias usaban el cáñamo como una medicación para aminorar el dolor y los humores dañinos. También se halló polen de cáñamo, datado en el año 1213 a. C. sobre la momia de Ramsés II. Investigaciones posteriores han demostrado la presencia de polen de cáñamo junto a todas las momias reales.

Los asirios en el siglo IX a.C. emplearon el cannabis como incienso para alterar las percepciones y aliviar penas y dolores. En el Zend-Avesta del 600 a. C. se menciona una resina embriagante, se trata del hashish extraído del cannabis. El historiador griego Herodoto escribió acerca del uso que hacían los escitas de la región del Mar Muerto del cannabis: «En una estructura hecha con tres palos que se unían por la parte superior, extendían trozos de lana. Dentro de esta tienda ponían un recipiente con piedras calientes. Luego cogían algunas semillas de cáñamo, entraban en la tienda, y tiraban las semillas sobre las piedras calientes. De repente empezaban a soltar humo, que daba un vapor no superado por ningún baño de vapor de los que podemos encontrar en Grecia. Los escitas lo disfrutan a tal extremo que aúllan de placer.»

Los taoístas utilizaban el cannabis como herramienta visionaria quemándolo junto a otros ingredientes a modo de incienso. También se consumía mezclado con ginseng para adquirir poderes oraculares y predecir el futuro.

Los tibetanos también consideraban sagrado al cannabis. La tradición budista mahayana sostiene que durante los seis pasos de la vía ascética que conducen a la iluminación, Buda vivió a base de una semilla de cannabis al día. En la tradición del budismo tibetano se sigue usando el cannabis como parte integrante en los ceremoniales tántricos y para alcanzar determinados estados meditativos. Incluso hoy en día los maestros tibetanos siguen dando cierto tipo de bendiciones a través de semillas de cannabis.

En la Europa del este se han encontrado evidencias del uso del cáñamo como sustancia visionaria fumada en yacimientos arqueológicos que datan del tercer milenio a.C. En excavaciones realizadas en Pazyryk, en la zona sur de Siberia, se han encontrado artilugios semejantes a los descritos por Heródoto tal y como los empleaban los escitas del Mar Muerto.

El filósofo Demócrito describe una mezcla conocida como potamaugis que consistía en una combinación de vino, marihuana y mirra, que se dice producía visiones y alucinaciones. Ya en el siglo I de nuestra era el médico Dioscórides registró el cannabis en su farmacopea, la hoja se prescribía comúnmente como remedio para las hemorragias nasales y las semillas se utilizaban para tratar dolores de oído e inflamaciones. Al igual que con la arquitectura y la religión, los romanos adoptaron la marihuana con agrado.

Ya en la Europa del medioevo el uso del cannabis estaba prácticamente restringido a los herederos del chamanismo: las brujas y curanderos. Las brujas solían crear poderosos ungüentos visionarios a base de cáñamo, acorus calamus, y otras plantas de la familia de las solanáceas como la datura stramonium, la mandrágora o el beleño negro.

 

Expansión del cannabis en el mundo

El uso del cannabis se extendió por distintas áreas del Nuevo Mundo, pero salvo unas pocas excepciones, la planta no ha penetrado significativamente en las ceremonias y creencias religiosas nativas del continente Americano. Existen excepciones como en los casos de México, Panamá, Jamaica o Brasil.

Ya se ha demostrado que el cannabis llegó a tierras mexicanas en tiempos virreinales. Al parecer fue Pedro Cuadrado en 1530 el primero en introducir la planta del cáñamo en tierras mexicanas a petición del conquistador español Hernán Cortés, quien pretendía levantar la economía de la destruida Tenochtitlán. Ya que en aquella época, su uso estaba muy extendido para ser cultivado y aprovechado como fibra. Pronto, los pobladores indígenas —quienes ya tenían una ancestral experiencia en el uso de plantas psicoactivas— integraron el cannabis a sus prácticas religiosas y medicinales. Este tipo de ritos y curaciones fueron prohibidos por el Santo Oficio de la Inquisición, debido a que se consideraron como acciones supersticiosas o hechicerías que transgredían la santa fe católica. Existen numerosos ejemplos del uso del cannabis como el caso de los indios tepecanos del noroeste de México emplean el cáñamo, al que llaman Rosa María, cuando no pueden conseguir peyote. En algunos estados de Veracruz, Hidalgo y Puebla lo usan bajo el nombre de Santa Rosa y, aunque la ceremonia contiene muchos elementos cristianos, la planta es adorada como una deidad de la Tierra. También los indios cora de la Sierra Madre Occidental utilizan el cannabis en sus ceremonias religiosas. El nombre más extendido en México para la marihuana es el de mota.

En el caso de Brasil, se cree que las primeras semillas que hubo, fueron introducidas por los esclavos negros procedentes de África. Su uso fue creciendo y extendiéndose, hasta calar e integrarse en algunos de los múltiples contextos religiosos del Brasil contemporáneo, donde todavía conserva nombres de origen africano: liamba, maconha o fumo de Angola. El cannabis es utilizado tanto en algunas ramas del candomblé o la macumba, la religión afro-brasileña, así como en algunas escisiones del Santo Daime, en las cuales se consume el cannabis junto con la ayahuasca. Uno de los apelativos de la planta es fumo de caboclo, y refiere su origen a la tradición de los viejos hechiceros, –caboclos o mestizos– de la floresta, quienes todavía la usan en sus rituales para comunicarse con sus ancestros o elaborar medicinas.

Los rastafaris de Jamaica usan ceremonialmente el cannabis o ganja, denominándolo como «pan de cordero», «alimento para el espíritu» o «la hierba de la sabiduría», porque revela la verdad que está oculta y se llega a la unión mística con Jah, nuestro ser superior. Este culto rastafari procede de Etiopía, donde los primeros cristianos coptos adaptaron sus ceremonias religiosas con el uso ancestral del cannabis. Según cuenta una antigua leyenda, se consume como sacramento porque una planta de cannabis creció en la tumba del rey Salomón, y los rastafaris interpretan que determinados salmos bíblicos legitiman su empleo para el desarrollo espiritual de la persona.

En África el cannabis era conocido comúnmente como dagga: los pigmeos, hotentotes y zulúes la utilizaban en sus ceremonias religiosas y como poderosa medicina contra todo tipo de enfermedades. La evidencia más temprana de fumar cannabis en África fue encontrada en Egipto proveniente de Etiopía en el siglo XIV, en una excavación se encontraron dos tazones con una pipa de fumar de cerámica. En muchas partes de África oriental, sobre todo cerca del Lago Victoria, el culto al consumo de cannabis y rapé de hachís todavía existen. En el sur de África central, la marihuana es considerada sagrada y está conectada con muchas costumbres religiosas y sociales. La marihuana es considerada por algunas tribus como una planta mágica que ofrece una protección contra todos los infortunios de la vida, y es considerada también como un símbolo de paz y amistad. Ciertas tribus consideran la utilización del cáñamo como un deber.

 

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 

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EN BUSCA DE LOS HONGOS SAGRADOS

EN BUSCA DE LOS HONGOS SAGRADOS

En la década de los años treinta el antropólogo Robert Weitlaner obtuvo especímenes de los hongos que posteriormente fueron estudiados por los etnobotánicos Blas Pablo Reko y Richard Schultes. La misma hija de Weitlaner estuvo presente como observadora en una ceremonia nativa de hongos en el año 1939, pero sin llegar a tomar parte en ella. Después de la Segunda Guerra Mundial recuperaron el hilo el banquero y etnomicólogo R. Gordon Wasson y su mujer Valentina, que visitaron México en 1953 en busca de los hongos sagrados, después de que el escritor Robert Graves les reseñara en una de sus cartas una referencia a la existencia de un antiguo culto realizado con dichos hongos. Así comenzó el primero de los numerosos viajes a tierras mexicanas del matrimonio Wasson, que revelarían en los años siguientes los hongos al mundo occidental en general.

En 1955 Wasson conoce a la curandera mazateca María Sabina, que se convertirá en su guía espiritual en el fantástico mundo de los hongos sagrados. Un año después el micólogo francés Roger Heim y el etnólogo Guy Stresser-Péan acompañan a los Wasson en una nueva expedición, circunscrita principalmente a Huautla de Jiménez, en la Sierra Mazateca. Heim y su ayudante Cailleux, tras obtener cepas y esporas mexicanas, logran cultivar los hongos enteógenos en su laboratorio, los analizaron y experimentaron personalmente sus efectos; al mismo tiempo escriben monografías científicas y artículos de divulgación como resultado de sus investigaciones. Posteriormente, el profesor italiano Ugo Cerletti estudió con sus colegas las propiedades farmacológicas y fisiológicas del hongo y los miembros de la Academia de París, bajo la dirección del doctor Jean Delay, experimentan los efectos de la psilocibina tanto en personas normales como en enfermos mentales.

 

Veladas mazatecas

En nuestros días, la ceremonia de los hongos de los indios mazatecas del noreste de Oaxaca muestra un marcado carácter sagrado que ha persistido desde la conquista. Los mazatecas llaman a los hongos nti-si-tho, que significa «honorable objeto que sale de la tierra». Creen que el hongo sale de la tierra mágicamente y que ha sido enviado desde el cielo por mediación del rayo. Tal como lo cuenta un poeta indígena, «el pequeño hongo viene de sí mismo, nadie sabe de dónde ni cuándo viene, como el viento, sin que se sepa cómo ni porqué».
Las ceremonias mazatecas son conocidas como veladas, suelen durar toda una noche y están dirigidas por un chamán, que puede ser hombre o mujer. Las veladas se realizan preferentemente en ayunas, frente a un altar con símbolos religiosos tenuemente iluminados con velas –habitualmente imágenes del panteón cristiano–. Se quema copal y se entonan diversos cantos y plegarias orientadas a procurar el restablecimiento del enfermo. La ceremonia a menudo va acompañada de un ritual de curación, en el transcurso del cual el oficiante, gracias a los poderes que le confieren los hongos sagrados, se comunica con las fuerzas espirituales que le dicen cómo efectuar la sanación de los enfermos. La veneración de que es objeto la ceremonia de los hongos es tanto o más profunda que la que rodea las ceremonias de cualquier gran religión conocida; incluso cuando éstos se recolectan, conlleva una serie de normas rituales, como que una mujer virgen se encargue de recoger los hongos sagrados en las húmedas colinas durante la luna nueva y antes del alba.

Los ritos típicos de los hongos sagrados mexicanos no se caracterizan por el tipo de participación colectiva e interrelación que se da, por ejemplo, en los rituales de otras plantas sagradas como del peyote o la ayahuasca. En los rituales de curación con los hongos sagrados suelen participar solamente una o muy pocas personas, el chamán o la chamana actúa como intérprete de las visiones y guía al paciente en la comprensión de su estado alterado, quien generalmente ha consumido menor cantidad de hongos que el curandero. En las ceremonias de adivinación, sin embargo, es el curandero únicamente el que suele ingerir los hongos.

 

María Sabina, la sabia de los hongos

La vida de María Sabina (1894-1985) fue bastante dura y estuvo marcada por la pobreza y una saga de acontecimientos trágicos. Enviudó en dos ocasiones y su tercer esposo la abandonó. Algunos de sus hijos murieron en condiciones violentas y ellaLibro: La vida de Maria Sabina - Alvaro Estrada misma resultó afectada al interponerse para salvar la vida de uno de ellos. Dos veces puso una tienda de alimentación en su natal Huautla y en ambas ocasiones tuvo que cerrar debido a los retrasos en los pagos de sus clientes. Pero aprendió a sobrepasar cada una de sus pérdidas y logró vivir sin rencores derrochando gran amor y compasión: «cuando veo cruzar en mi camino a aquel borracho que me hirió, lo saludo. Pobre, está descompuesto… es un hombre inservible. Su borrachera lo ha acabado», decía.

La primera vez que María comió hongos psilocibios era una niña y lo hizo empujada por el hambre, como ella misma le relató a su biógrafo Álvaro Estrada: en días ordinarios toda su familia apenas si comía frijoles, si es que había, o se conformaba con puras tortillas. Un día se fue al monte, encontró unos hongos y se los comió: «No teníamos nada: sólo hambre, sólo frío… Ni siquiera sabía si eran alimento o veneno. Pero sentía que me hablaban. Después de comerlos oí voces. Voces que venían de otro mundo». María Sabina y su hermana María Ana hicieron de aquella ingestión casual una costumbre: «En unas veces el abuelo y en otras mi madre llegaban al monte y nos recogían del suelo, tiradas o arrodilladas. Nunca nos regañaron ni nos golpearon por comer hongos, porque ellos sabían que no es bueno regañar a una persona que los ha tomado, ya que se le pueden provocar sentimientos encontrados y es posible que sienta que enloquece».

Tiempo después supo que los hongos «eran como Dios», que daban sabiduría y curaban las enfermedades y que los indios los tomaban desde muchísimos años atrás. Años más tarde, cuando enviudó por segunda vez, se entregó para siempre a la sabiduría de los hongos, para curar las enfermedades de la gente y para estar siempre cerca de Dios. «En verdad –afirma María Sabina– yo nací con mi destino: ser sabia. Y nunca fui a la escuela donde pudiera aprender a leer, a escribir o a hablar castellano. Mis padres únicamente hablaron la lengua mazateca. Nunca aprendí otra lengua. Además no sabía qué era la escuela, ni sabía si existía; y si la hubiera habido yo no habría ido, porque no había tiempo. Anteriormente se trabajaba mucho».

« Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo invisible, lejano pero también cercano. Allí vive Dios, viven los muertos, los espíritus y los santos; es un mundo donde todo ha sucedido y todo se sabe. Ese mundo habla, tiene un lenguaje propio. Yo repito lo que me dice. Los hongos sagrados me llevan y me traen al mundo donde todo se sabe. Son ellos, los hongos sagrados, los que hablan en una forma que yo puedo entender. Yo les pregunto y ellos me responden. Cuando regreso del viaje, digo lo que ellos me han dicho, me han mostrado.» De esta reverente forma describe la conocida chamana mazateca, los poderes divinos de los hongos sagrados, que ella utilizó en sus ceremonias de origen ancestral.

 

El libro del conocimiento

El canto de María Sabina ha sido grabado y traducido en varias ocasiones. En gran parte su canto expresa sus cualidades personales, que le permiten curar e interpretar el poder divino a través de los hongos. Una pequeña parte de su canto puede darnos una idea de éste:

    «Soy mujer que hace tronar
    Soy mujer que hace sonar
    Soy mujer araña, mujer chuparrosa
    Soy mujer águila, mujer águila dueña
    Soy mujer que gira porque soy mujer remolino
    Soy mujer de un lugar encantado, sagrado,
    Porque soy mujer aerolito».

Pero los poderes sagrados del hongo no se muestran a todo el mundo, como expresa María Sabina en su biografía: «El Libro estaba ante mí, podía verlo pero no tocarlo. Intenté acariciarlo pero mis manos no tocaron nada. Me limité a contemplarlo y, al momento,María Sabina usaba los hongos mágicos en sus rituales, fue una chamana de la población de Huautla de Jiménez en Oaxaca (México) empecé a hablar. Entonces me di cuenta que estaba leyendo el Libro Sagrado del Lenguaje […]. Yo había alcanzado la perfección. Ya no era una simple aprendiz. Por eso, como un premio, como un nombramiento, se me había otorgado el Libro».

Este libro al que hace referencia María Sabina es conocido como amoxtli o «libro de la Sabiduría» que viene a ser un simbolismo de lo que las escuelas esotéricas denominan «registros akáshicos». Estos registros akáshicos son un nivel de conciencia donde se puede ver tanto el pasado como el futuro, en dicho nivel está registrado todo cuanto a ocurrido y todo cuanto ocurrirá en el Universo. Este nivel puede considerarse como información de los campos morfogenéticos de los que habla el biólogo Rupert Sheldrake o como un aspecto del inconsciente colectivo expuesto por Carl Gustav Jung.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 

LIBROS SOBRE PLANTAS SAGRADAS

Arqueología de las plantas embriagantes

Libro: Arqueología de las plantas embriagantes
Autor: Giorgio Samorini

Precio: 26,40 €

Vida de María Sabina, la sabia de los hongos

Libro: Vida de María Sabina, la sabia de los hongos
Autor:  Álvaro Estrada

Precio: 15,00 €

 

 

Maria Sabina book

Libro: Maria Sabina: Selections: 2 (Poets for the Millennium)
Autor: Maria Sabina

Precio: 34,53 €

 

 

EL HONGO Y LA CRUZ: LA HEREJÍA DE JOHN ALLEGRO

EL HONGO Y LA CRUZ: LA HEREJÍA DE JOHN ALLEGRO

Resulta muy interesante el hecho de que las herramientas que alteran la conciencia hayan sido vinculadas con la religión, y cabe la posibilidad de que hayan sido la causa de muchos de los orígenes religiosos, que tras haberse arraigado en la historia, prosiguieron como religiones una vez olvidados sus orígenes enteogénicos. Grandes Investigadores como Robert Graves, Gordon Wasson y Alan Watts han sugerido que la mayoría de las religiones puede que hayan surgido de estas teofanías «químicamente inducidas».

Estas investigaciones deben enmarcarse dentro de la defensa de la libertad de expresión y del derecho de los investigadores a cuestionar las creencias religiosas vigentes. Aunque existen casos de investigadores que aun pensando que la gente merecía conocer el origen real de su religión, y que ello la liberaría de sus ataduras y les induciría a pensar libremente, fueron demonizados al ser interpretados literalmente, perdiéndose el objetivo de sus investigaciones, como fue el caso de John M. Allegro.

 

JOHN ALLEGRO, EL HEREJE

John AllegroEl filólogo inglés John M. Allegro (fallecido en 1988) participó en el equipo encargado de estudiar, traducir y editar los Manuscritos del Mar Muerto. Allegro, la única persona laica de dicho equipo, entró pronto en conflicto con sus colegas todos religiosos. Tras la publicación en 1970 de su libro Sacred Mushroom and the Cross, cuya tesis principal sorprendió a todos e indignó a muchos, Allegro, consideraba el Nuevo Testamento como una hábil fusión de materiales folclóricos, míticos, mágicos e históricos. Utilizando su habilidad como filólogo comparatista, buscó los orígenes de la terminología bíblica en la lengua sumeria, lo que le llevó a una novedosa reinterpretación de muchos pasajes bíblicos y de los propios textos que tradujo de los famosos manuscritos del mar muerto.

Allegro intento demostrar que el cristianismo es en origen una religión basada en el culto de la fertilidad, cuyo rito más importante es la ingestión de un hongo enteógeno, concretamente la amanita muscaria, para entrar en comunión con Dios. Enteógeno que los esenios y otros grupos religiosos de la época se ha descubierto que utilizaban para entrar en comunión con la divinidad. Según Allegro, el personaje que los Evangelios llaman Jesús nunca tuvo existencia histórica, y es en realidad una forma de referirse en clave a la amanita muscaria. 

el hongo y la cruz - John AllegroLa publicación de este libro acabó con su carrera y Allegro, a pesar de convertirse en una figura de culto para unos pocos, cayó en el descrédito, acusado de haber abandonado el método científico para enriquecerse con una propuesta sensacionalista e inverosímil. Los ataques llegaron desde muchos frentes.
Su hija, Judith Anne Brown, ha defendido la autenticidad de las investigaciones de su padre y la solidez de sus tesis en su libro John Marco Allegro: The Maverick of the Dead Sea Scrolls
Toda esta polémica hizo que aportaciones posteriores de Allegro, como su libro de 1979 Los Manuscritos del Mar Muerto y el mito cristiano (1979) fueran recibidas con escepticismo y hostilidad. En este libro tardío, Allegro examina el tema de la luz divina y su continuidad desde la religión solar egipcia hasta los gnósticos, pasando por el Nuevo Testamento. Vuelve a defender que Jesucristo es un personaje de ficción, construido a partir del Maestro de Justicia de los esenios.

 

LOS ARQUETIPOS SE PERPETÚAN EN EL TIEMPO

Dos investigadores, Jan Irvin y Andrew Rutajit publicaron en 2006 el libro Astrotheology & Shamanism, trabajo que reivindica algunas de las tesis de Allegro y aduce en su favor nuevas evidencias de carácter iconográfico. Lo cierto es que el universo de los arquetipos, los mitos, las metáforas y las alegorías confluyen en el tiempo y el espacio. La historia, la mitología y la psique se funden en el inconsciente colectivo que nos brinda una amalgama de potencialidades simbólicas que se superponen creando un complejo sustrato o entramado simbólico. Este sustrato simbólico emerge con gran fuerza en diferentes periodos de la historia de la humanidad y, con el transcurrir del tiempo, lo mítico deja de ser tangible para volver a pertenecer al mundo interior. Por lo que este mundo invisible y arquetípico sin guía ni iniciación, es fácil que sea mal interpretado, ignorado o totalmente rechazado.

Aun así, rastreando e indagando a través de toda la historia y sus mitos, podemos encontrar infinidad de ejemplos del uso de la botánica sagrada como llaves a este mundo interno. Se puede encontrar todo un despliegue de ocultamientos y codificaciones por medio de metáforas y símbolos para que su uso no caiga en las manos equivocadas. En sus orígenes la gran mayoría de las religiones que han usado los enteógenos como comunión los empleaban únicamente en los Misterios Mayores, a los que sólo tenían acceso exclusivo un grupo de personas: los iniciados y los hierofantes.

Sabemos de algunos casos como el Soma, el Kykeón o la hierba Moly que permanecen sin identidad vegetal conocida. Afortunadamente algunos usos de otros vegetales sagrados han perdurado hasta nuestros días. Los ejemplos más cercanos para nosotros son las ceremonias de ayahuasca en la cuenca amazónica, el sacramento del peyote de los huicholes o de la Iglesia Nativa Americana, el pituri de los aborígenes australianos o la tradición mexicana que utiliza los hongos sagrados o «Carne de Dios» entre otros.
Quizás, si dejáramos de pensar de una forma tan lineal, tan literal y nos abriéramos a la metáfora y el simbolismo, podríamos descubrir grandes verdades ocultas en textos que obviamente fueron codificados para que sólo unos pocos entendieran lo que en ellos hay escrito.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 

LIBROS SOBRE LA AMANITA MUSCARIA

Fly Agaric. A Compendium of History, Pharmacology, Mythology, & Exploration

Libro: Fly Agaric: A Compendium of History, Pharmacology, Mythology, & Exploration
Autor: Kevin M Feeney

Precio: 69,35 €

El Hongo y la genesis de las culturas

Libro: El hongo y la genesis de las culturas
Autor: Josep Maria Fericgla

Precio: 17,10 €

 

 

Muscaria. Etnografia di un fungo allucinogeno

Libro: Muscaria. Etnografia di un fungo allucinogeno
Autor: Giorgio Samorini

Precio: 12,11 €