Drogarse no es ser un psiconauta
En la actualidad, existe una creencia errónea de que el simple consumo de sustancias psicodélicas ya convierte a una persona en un psiconauta. Es importante observar que, al igual que un buzo debe saber nadar y tener ciertas aptitudes físicas antes de recibir su certificación para adentrarse en las profundidades del mar, el uso consciente y seguro de psicodélicos requiere una preparación previa y un conocimiento adecuado.
Es cierto que cada vez son más las personas que se toman sustancias psicodélicas con la idea de divertirse o experimentar algo nuevo, pero esto no significa que sean psiconautas o chamanes expertos en el uso de estas sustancias, y menos en base a la gran cantidad de sustancias psicodélicas que consumen y sobre todo con «dosis heroicas». Es esencial tener en cuenta tanto el tipo y la cantidad de sustancia que se consume, como el lugar y las condiciones en las que se consume ya que en algunos casos pueden llevar a una experiencia traumática o lo que se conoce como «mal viaje» si no se utilizan en un entorno seguro y con una preparación adecuada.
Además, es importante tener en cuenta que si se utilizan poderosos psicoactivos que te pueden catapultar a las profundidades de la psique, se corren determinados riesgos que son posibles de evitar. El psiquiatra Carl Jung afirmaba que el camino hacia las profundidades de la psique es difícil y requiere valentía y fuerza para enfrentar tanto las figuras o fuerzas arquetípicas como los aspectos reprimidos de nuestra propia psique. Por esta razón, es crucial tener una comprensión adecuada de lo que se está haciendo y por qué se está haciendo antes de embarcarse en el uso indiscriminado de sustancias psicodélicas.
Una rave no es un sustituto de un ritual chamánico
Otra creencia similar a la anterior es la de que una rave es un sustituto o un equivalente de un ritual chamánico. Puede que sea un sustituto de una celebración social o un baile folclórico tradicional, pero no es un ritual chamánico. Hay algunas personas, y no son pocas —cada vez hay más literatura al respecto— que equiparan una iniciación chamánica al hecho de asistir a una rave.
Primeramente, es importante destacar que los rituales chamánicos son una práctica milenaria que se remonta a las culturas indígenas de todo el mundo. Estos rituales son una forma de conectar con los espíritus y las fuerzas de la naturaleza, y buscan curar enfermedades, resolver problemas, y obtener información valiosa. Los chamanes son los líderes de estos rituales y actúan como intermediarios entre los mundos visible e invisible y no son meros Discjokeys de moda.
Por otro lado, las raves son un fenómeno moderno que surgió en la década de 1980 en Europa y se extendió por todo el mundo. Aunque algunas personas pueden experimentar estados alterados de conciencia en una rave debido al uso de drogas o la propia danza, el objetivo principal es disfrutar de la música y bailar con amigos, pero nadie sale transformado o sanado de alguna neurosis de una rave. Si a caso, ha conseguido evadirse de su realidad durante unas horas pasando un buen rato.
Aunque ambas actividades pueden involucrar estados alterados de conciencia, un ritual chamánico y una rave son dos prácticas muy diferentes con objetivos y contextos distintos. Mientras los rituales chamánicos son una práctica espiritual y ceremonial capaz de contener y orientar profundos estados modificados de conciencia. En cambio, en las raves se dan una amplia gama de problemas derivados del consumo indiscriminado de sustancias psicodélicas ya sea por imprudencia o ignorancia de los participantes.
Problemas con el uso indiscriminado de psicodélicos
JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO