EL VIAJE DEL HÉROE HACIA LA TRASCENDENCIA: UNA VISIÓN PSICODÉLICA

EL VIAJE DEL HÉROE HACIA LA TRASCENDENCIA: UNA VISIÓN PSICODÉLICA

Cruzando el umbral: el psiconauta y el inicio del viaje psicodélico

El viaje del héroe, arquetipo universal que Joseph Campbell rastreó en mitos y relatos de todos los tiempos, comienza con una llamada. Esta señal puede ser una inquietud, una crisis, un sueño o la atracción hacia lo desconocido. En el camino psicodélico, ese llamado se encarna en la decisión consciente de explorar el vasto continente interior a través de plantas maestras o enteógenos.

Aquí, el héroe se descubre como peregrino, guerrero y psiconauta: aquel que navega por las geografías y los profundos océanos del alma. El psiconauta se aventura, equipado de coraje e intuición, a desafiar sus propios límites y a sumergirse en territorios aún no cartografiados de la psique. Adaptarse a lo desconocido es su reto permanente: cada visión inesperada, emoción poderosa y miedo ancestral se convierten en aprendizajes y pruebas a las que debe responder con humildad y coraje.

En las primeras etapas de la experiencia, el héroe psiconáutico se enfrenta, como en las viejas sagas, a enemigos cargados de simbolismo: sombras internas, pensamientos obsesivos, fragmentos infantiles o voces de la culpa. El periplo exige flexibilidad, observación y entrega, porque cada instante trae consigo nuevos desafíos y posibilidades de autoconocimiento.

 

Descenso al caos: disolución, muerte simbólica y renacimiento

Stanislav Grof, pionero en el estudio científico de los estados no ordinarios de conciencia, describe la experiencia psicodélica como un descenso al “caos precósmico”, donde todas las formas previas de identidad se deshacen. Aquí, el psiconauta —el héroe psicodélico— desciende a la caverna del inconsciente, enfrentándose al vértigo de lo informe, a la agonía de lo desconocido y a la muerte simbólica del ego.

En esta profundidad, los mitos cobran vida: el dragón, el mar tempestuoso, la noche oscura, son imágenes vivas de la psique en proceso de disolución. Grof describe cómo, para renacer, el psiconauta debe rendirse totalmente, dejándose atravesar por el dolor y el desconcierto. Sólo así puede emerger una visión nueva, una estructura psíquica ampliada, una comprensión más profunda de sí mismo y del cosmos.

Las culturas tradicionales sabían que el “viaje al inframundo” o catábasis era indispensable para recuperar la inspiración y el sentido. El caos no es disfunción, sino potencial creativo: aquello que parece destrucción es, en realidad, el primer paso para acceder a una vida más plena y significativa.

 

Integración, regreso y la importancia de lo interno en la vida cotidiana

El regreso del psiconauta, o héroe psicodélico, es la fase final y quizá más exigente. No basta con atravesar mundos interiores: es esencial integrar el aprendizaje y transformar la vida ordinaria con el tesoro hallado. El héroe regresa a su comunidad —a la familia, al trabajo, a las relaciones diarias— trayendo consigo una visión renovada, mayor empatía, seguridad en sí mismo y creatividad.

En palabras de Campbell: “La cueva a la que temes entrar guarda el tesoro que buscas”. Sin embargo, ese tesoro solo cobra pleno sentido si se aplica en el día a día. Aquí es pertinente la visión de C. G. Jung, quien subraya que “quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta”. Para Jung, el viaje interior y la confrontación con el inconsciente no tienen valor si no transforman y enriquecen la vida cotidiana: solo integrando lo descubierto en el profundo trabajo interno podemos vivir con mayor autenticidad, equilibrio y conciencia en el mundo externo.

Así, lo que se trabaja y comprende en el mundo interno —los nudos emocionales, los potenciales creativos, los miedos y visiones trascendentes— se convierte en semilla fértil para afrontar los retos de la existencia diaria. El psiconauta regresa diferente: más sabio, más humilde, y más conectado consigo mismo y con los demás. La vida cotidiana se transforma en un escenario donde desplegar, una y otra vez, el proceso heroico de adaptación, autodescubrimiento y trascendencia.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS PARA PSICONAUTAS

El camino del psiconauta - Stanislav Grof

Libro: El camino del psiconauta [vol. 1]: La enciclopedia del viaje interior
Autor: Stanislav Grof

Precio: 23,75 €

Guía del explorador psicodélico

Libro: Guía del explorador psicodélico. Cómo realizar viajes sagrados de modo seguro y terapéutico
Autor: James Fadiman

Precio: 18,90 €

 

 

PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

5 VERDADES INCÓMODAS SOBRE EL ROL DEL FACILITADOR PSICODÉLICO

5 VERDADES INCÓMODAS SOBRE EL ROL DEL FACILITADOR PSICODÉLICO

La Fiebre del oro psicodélico y lo que nadie cuenta

 

Vivimos en medio de una fiebre del oro psicodélico. El entusiasmo en torno a estas herramientas para la sanación y el autodescubrimiento crece cada día, prometiendo atajos hacia la conciencia expandida y la curación de traumas profundos. Pero, ¿Qué sucede cuando la música se detiene y las visiones se desvanecen? ¿Cómo se traduce una experiencia trascendental en un cambio real y duradero?

La cultura popular se ha obsesionado con el clímax del viaje, pero la verdad es que la parte más crucial no es la experiencia en sí, sino el meticuloso y a menudo confuso proceso de integración que viene después. En este terreno, el rol del facilitador o guía es fundamental, aunque radicalmente distinto de lo que la mayoría imagina. No es un director de orquesta cósmica, sino un arquitecto de la asimilación. A continuación, revelamos cinco verdades contraintuitivas sobre este rol y el verdadero trabajo que implica acompañar un proceso psicodélico.

 

1. La verdadera «medicina» no es la sustancia, sino la digestión posterior

La fascinación cultural con la experiencia psicodélica —las luces, las visiones, las emociones intensas, la sensación de unidad o revelación— representa una mirada incompleta, y a veces peligrosa, del proceso. Creer que la sustancia por sí sola tiene el poder de curar es como pensar que un banquete nos nutrirá sin necesidad de digerirlo. La verdadera transformación no proviene de lo que se ve o se siente durante el viaje, sino de lo que ocurre después: cómo se procesa, se asimila y se traduce en cambios reales en la vida cotidiana.

El trabajo profundo comienza una vez que la intensidad se disipa y la experiencia deja de ser “un evento extraordinario” para convertirse en una invitación a revisar creencias, relaciones, hábitos y formas de estar en el mundo. Aquí es donde aparece la auténtica medicina: en la integración consciente de lo vivido, en el discernimiento de qué mensajes o símbolos son relevantes y en la humildad de no aferrarse a las visiones como verdades absolutas, sino como espejos del propio proceso interno.

Un facilitador competente entiende que su tarea no termina al apagar las velas de la ceremonia. Por el contrario, el verdadero acompañamiento empieza en el silencio posterior, cuando la mente intenta comprender lo inefable y el corazón busca sentido en lo revelado. Guiar la digestión de la experiencia implica ofrecer contención, herramientas y perspectiva para que la persona pueda convertir una vivencia intensa en sabiduría encarnada. Solo entonces la experiencia psicodélica cumple su propósito: no como un escape de la realidad, sino como una vía para habitarla con mayor presencia, coherencia y profundidad.

 

2. La revelación puede traer euforia, pero la integración a menudo empieza con el dolor

Tras una experiencia psicodélica de gran intensidad, como la de unidad cósmica o amor incondicional, el individuo experimenta a menudo un choque desestabilizador al volver a la realidad cotidiana, un fenómeno que se describe a veces como el «latigazo del ego» (o ego whiplash). Esta disonancia entre la visión trascendental y las exigencias del día a día resulta abrumadora. La euforia inicial cede paso a una desorientación, ya que la mente debe clasificar la información recibida a raudales y se enfrenta a los patrones de sufrimiento, traumas no resueltos o las ilusiones desmoronadas ante la verdad vivida.

Es crucial entender que las plantas maestras son aceleradores de procesos, no evitadores de procesos. Por tanto, la integración a menudo se inicia con el dolor, que se experimenta como una parte natural del crecimiento. Intentar rechazar o censurar esta experiencia difícil obstaculiza el proceso de sanación.

Muchas veces, el dolor que surge en la integración no sólo está relacionado con traumas previos, sino también con el desmontaje de antiguos sistemas de creencias y autopercepción. Al confrontar esas verdades reveladas por la experiencia psicodélica, la persona se ve obligada a reconsiderar roles, relaciones y estructuras personales que hasta entonces le otorgaban seguridad o significado. Este proceso puede generar sensación de vacío, duelo por la “antigua identidad” y resistencia al cambio. Sin embargo, atravesar este terreno incómodo con presencia y apoyo adecuado permite que el dolor se convierta en un catalizador de transformación profunda, despojando capas superficiales y abriendo espacio para una autenticidad renovada. Así, el facilitador psiconáutico guía y contiene, recordando que el crecimiento real implica atravesar la incomodidad y aprender a sostenerse en la vulnerabilidad.

 

3. El choque de paradigmas: herramientas ancestrales fuera de su contexto

El uso de sustancias psicodélicas o enteógenas en la sociedad occidental contemporánea genera una profunda disonancia cultural. Este conflicto surge del choque entre dos cosmovisiones radicalmente distintas. En sus contextos de origen —tradicionales o chamánicos— estas sustancias están integradas en sistemas de conocimiento holísticos, rituales y comunitarios. En cambio, en Occidente se abordan desde un paradigma individualista, racional y fuertemente influido por la ciencia y la psiquiatría.

Cuando una persona occidental se adentra en un viaje con estas medicinas sin una preparación cultural o espiritual adecuada, se enfrenta a una realidad que trasciende los límites de su comprensión habitual. El contenido que emerge de estos estados no ordinarios de conciencia es, con frecuencia, inefable, sorprendente e impredecible.

La principal dificultad radica en que la experiencia psicodélica se desarrolla en un plano no ordinario, regido por lógicas muy distintas a las de la conciencia de vigilia. En la mentalidad occidental, tendemos a concebir los procesos de forma lineal, causal e individual. Sin embargo, en los estados ampliados de conciencia, se revelan dinámicas circulares, interdependientes y simbólicas, que invitan a una comprensión más holística de la existencia.

Este desencuentro entre las dos lógicas —la ordinaria y la no ordinaria— convierte el proceso de integración en una etapa esencial. Si la experiencia trasciende el marco de referencia previo y la persona carece de herramientas o lenguaje para interpretarla, puede quedar atrapada en la confusión o el desconcierto. Sin una adecuada integración, lo vivido puede resultar abrumador o incluso perjudicial.

El movimiento psicodélico global ha comenzado a reconocer la importancia central de la integración. En ausencia de un contexto cultural sólido que dé sentido a la experiencia —como ocurre en las sociedades chamánicas, donde estas prácticas forman parte orgánica de su cosmovisión—, el rol del facilitador se vuelve fundamental. Este actúa como un puente entre lo extraordinario del viaje y la realidad cotidiana.

El facilitador o guía debe poseer un conocimiento profundo de los paisajes internos y de las cartografías psicológicas y filosóficas que ayudan a navegar estos territorios —como la psicología transpersonal o el sistema de los ocho neurocircuitos de Timothy Leary—. Estas herramientas ofrecen marcos interpretativos para comprender los contenidos de la psique y la relación entre la conciencia y el inconsciente.

4. Un «mal viaje» puede ser tu mejor maestro (si tienes un buen mapa)

 

Se ha difundido la idea simplista y, a todas luces, errónea de que la labor central de un facilitador en contextos psicodélicos es garantizar una experiencia siempre placentera. Nada más lejos del rigor profesional. Las sustancias psicodélicas actúan como amplificadores no específicos, manifestando con intensidad el contenido psíquico, lo que inevitablemente incluye material reprimido o doloroso, a menudo referido como la sombra psicológica.
Estas experiencias, frecuentemente etiquetadas como «malos viajes» o experiencias desafiantes, se viven como caóticas e incomprensibles. Sin embargo, son un encuentro necesario con traumas no procesados, emociones bloqueadas o «sentimientos no sentidos». La resistencia del ego, que se aferra al control y juzga lo que ocurre durante el proceso, es a menudo la causa directa del sufrimiento y del estancamiento en el viaje interior.
El verdadero valor transformador reside en la capacidad para asimilar y dar sentido a este material emergente, y para ello es indispensable poseer un buen mapa.
El papel del facilitador es doble y esencial. En primer lugar, es responsable de co-crear un contenedor seguro (setting) que ofrezca la estabilidad necesaria para que el individuo pueda rendirse al proceso y atravesar las dificultades sin naufragar. La certeza de estar en un entorno seguro y apoyado es fundamental para que la persona se sienta capaz de ceder el control por completo.

En segundo lugar, y aquí reside la clave para convertir el caos en conocimiento, el facilitador es el poseedor de las cartografías de la conciencia necesarias para la integración. La experiencia psicodélica se produce en un estado no ordinario de conciencia, operando bajo lógicas distintas a las de la cotidianidad (por ejemplo, lógicas interdependientes y holísticas, frente a la linealidad causal de la vigilia). El contenido que emerge es a menudo inefable, manifestándose a través de imágenes, símbolos o metáforas. El rol del facilitador no es evitar estas dificultades, sino ayudar a descifrar el mensaje oculto en el caos mediante la integración.

 

5. El mayor riesgo no es la locura, sino la inflación del ego y las decisiones precipitadas

 

Contrario a la creencia popular, los peligros más comunes en el proceso psicodélico no suelen ser los brotes psicóticos, sino trampas más sutiles que emergen durante la integración. La euforia y la sensación de haber descubierto “la verdad” pueden conducir a una “inflación del ego” o a una “derivación espiritual”, donde la persona utiliza sus nuevas comprensiones para evadir conflictos emocionales o justificar conductas poco saludables. Un facilitador ético cumple aquí un rol fundamental: ayuda al participante a mantenerse enraizado en la realidad, recordándole que la verdadera sabiduría se demuestra en la vida cotidiana, no solo en la visión interior. También advierte sobre las decisiones impulsivas que deben evitarse hasta que la experiencia se haya asentado e integrado correctamente.

La inflación del ego es especialmente peligrosa porque puede disfrazarse de iluminación. La persona cree haber trascendido su humanidad o “entendido el juego” de la existencia, cayendo en una forma más sofisticada de autoengaño. En lugar de cultivar humildad y servicio, puede surgir una necesidad inconsciente de enseñar, sanar o guiar a otros sin haber completado su propio proceso de integración. Este fenómeno no solo pone en riesgo al individuo, sino también a quienes lo rodean, pues la autoridad percibida derivada de una experiencia mística puede utilizarse de manera irresponsable.
Por otro lado, las decisiones precipitadas —como abandonar una relación, dejar el trabajo o cambiar radicalmente de vida tras una sesión profunda— suelen surgir del impulso emocional de “seguir la verdad recién descubierta”. Si bien las experiencias psicodélicas pueden ofrecer una claridad profunda, las comprensiones necesitan tiempo, reflexión y contraste con la vida diaria para madurar. La integración es ese proceso de decantación donde lo simbólico se convierte en acción consciente, y donde las visiones se traducen en cambios sostenibles. Un acompañamiento adecuado permite distinguir entre el impulso del ego y la guía auténtica de la sabiduría interior, transformando lo extraordinario en algo verdaderamente humano.

 

¿Buscamos Experiencias o Buscamos Cambiar?

El verdadero renacimiento psicodélico no se trata de acumular experiencias extraordinarias ni de coleccionar visiones como si fueran trofeos. Se trata de comprometerse con el trabajo profundo, sostenido y, a menudo, incómodo que viene después. La verdadera transformación no está en el viaje, sino en los pasos que damos cuando volvemos a poner los pies en la tierra.
La promesa de los psicodélicos no es solo abrir las puertas de la percepción, sino ofrecernos el coraje de caminar a través de ellas hacia una vida más auténtica. La pregunta es, ¿estamos realmente dispuestos a dar esos pasos?

 
 

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 
 
 
 

LIBROS PARA PSICONAUTAS

Integración Psiquedélica: Lógicas no ordinarias y retos de la psicoterapia en estados expandidos de consciencia de Marc B. Aixalà

Libro: ntegración Psiquedélica: Lógicas no ordinarias y retos de la psicoterapia en estados expandidos de consciencia
Autor: Marc B. Aixalà

Precio: 25,65 €

cuaderno MI EXPERIENCIA PSICODÉLICA

Libro: MI EXPERIENCIA PSICODÉLICA: Diario de viajes psicodélicos ideal para psiconautas
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PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

ATRAPADOS EN UN MAR DE CREENCIAS TÓXICAS

ATRAPADOS EN UN MAR DE CREENCIAS TÓXICAS

UNA MIRADA DESDE LA EXPERIENCIA PSICODÉLICA

Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos hemos estado sumergidos en mares invisibles de creencias y costumbres, navegando a menudo sin cuestionar los vientos que guían nuestra existencia. Sin embargo, hay momentos privilegiados —como los que nos brinda la experiencia psicodélica— donde la marea se detiene y, por un instante, contemplamos las redes que han mantenido cautiva nuestra libertad interior. Bajo la influencia de las plantas maestras o de ciertas sustancias visionarias, se abre un espacio desde el cual podemos observar, a veces con una nitidez dolorosa y liberadora, cómo esas creencias y hábitos han sido grabados en lo profundo de nuestra psique.

Todos estamos inmersos en una maraña de creencias y costumbres que repetimos mecánicamente sin plantearnos de dónde vienen, desde cuándo, y si realmente sirven para algo. Tanto las religiones como los diferentes sistemas sociales han establecido ciertos parámetros por los cuales se rigen las vidas de infinidad de personas en cualquier parte del mundo. Algunas de estas creencias introyectadas en nuestra psique crean conflictos internos que nos pueden ocasionar una sensación de continuo malestar. Estas creencias nos hacen sentirnos enjaulados en nuestra propia psique, ocasionando lucha, conflictos y dudas.

Hasta que estas creencias no son desmanteladas o transformadas, muchas personas viven en un estado permanente de conflicto que les imposibilita vivir la vida con plenitud y libertad. Muchas de estas creencias nos alejan de una vida natural más armónica y saludable. Estas creencias están tan arraigadas dentro del inconsciente que nadie se suele replantear si quiera su existencia y piensan que las cosas son así y punto.
Podemos encontrar cientos y cientos de estas creencias que se manifiestan en un infinito abanico de costumbres y hábitos. Desde las formas de vestir y comportamiento a la gastronomía, las fiestas religiosas y laicas u otras celebraciones populares. Por ejemplo, ¿cuántas personas se sienten mal por no poder celebrar su cumpleaños o no poder asistir a la cena de Navidad?

Si indagáramos más en estos ejemplos, descubriríamos que festejar los cumpleaños es una celebración que sólo se realiza en ciertas partes del mundo y no desde hace tanto tiempo como creemos. Egipcios, griegos y romanos sólo celebraban los cumpleaños de dioses, nobles y gobernantes. Al ser una costumbre pagana, los cristianos no celebraron los cumpleaños hasta el siglo IV. Todavía hoy día existen varias culturas en las que no se celebran los cumpleaños. E igualmente, aunque no es fácil seguir la pista al origen de la Navidad, todo apunta a que sus raíces se remontan a la fusión de ritos chamánicos y la adoración del dios Mitra, divinidad persa del sol, (también conocida por los Romanos como Mitras). Se dice que Mitra nació en una cueva donde los pastores vinieron a rendirle culto asegurando que Mitra era el hijo de dios. El cumpleaños de Mitra se llevaba a cabo cada año el 25 diciembre y es a partir del siglo IV que el nacimiento de Jesús no se celebró hasta esas fechas haciéndolo coincidir con el solsticio de invierno. ¿Te resulta familiar esta historia?

 

Somos animales de costumbres

La exagerada importancia que se le dan a ciertas costumbres nos muestra lo atrapadas que están muchas personas y la poca libertad de que realmente disfrutan. La mayoría de personas rigen su vida por una ecuación: “si no hago esto que hace todo el mundo yo no soy como los demás y eso no es bueno”, y bajo este parámetro se han ido estructurando la gran mayoría de sociedades a lo largo de la historia. Así las creencias actúan como programas que dictan como han de hacerse las cosas y modelan nuestras costumbres. Si esto partiera de una base natural y con sabiduría, sin duda estas programaciones enriquecerían nuestra vida, pero la realidad es que no es así.

De hecho esto no sólo lleva a perpetuar costumbres y creencias, sino lo que es más grave, se intentan defender e imponer a toda costa: Fronteras, imperialismos, guerras, dictaduras, genocidios y toda clase de atrocidades cometidas por la humanidad. El resultado es que  el que no actúa igual que nosotros se convierte en un enemigo.

Entonces ¿De dónde vienen estos patrones? El ser humano, aún sigue siendo un «bebé» en el proceso evolutivo. Como humanos todavía no sabemos manejarnos con las emociones, los instintos, los pensamientos y, además, desconocemos las inmensas capacidades que poseemos como seres humanos. Somos como críos que aún no se conocen en profundidad y, que necesitan imperiosamente la aprobación de los demás. En base a esta necesidad, somos engañados por otros que nos programan a su antojo siguiendo sus propias creencias y conveniencias.

 

Despidámonos del sistema del absurdo

Así funcionan los sistemas imperantes, inculcando creencias, valores, leyes y todo tipo de imposiciones para que todo funcione a su antojo. Si bien es cierto que sin estos patrones parecería que todo sería un caos, esto no sería así si todos los individuos fuera realmente sujetos responsables de sí mismos y respetuosos con el prójimo: Individuos que supieran vivir realmente en libertad y en paz.
  creencias tóxicas como la fiesta de cumpleañosComo ya expresó C. G. Jung, vivimos en una sociedad totalmente neurótica, somos el propio producto de la sociedad: individuos altamente neuróticos en un estructurado mar de absurdos conflictos que se perpetúan generación tras generación. Y es nuestra responsabilidad darnos cuenta de ello y actuar con sabiduría, despertando de esta neurosis colectiva, actuando desde nuestra sabiduría interna, celebrando cada día el milagro de la vida.
Desde la lucidez que pueden aportarnos los estados ampliados de consciencia, producto tanto del trabajo interior como de la experiencia psicodélica, se nos invita a mirar de frente nuestros programas, a examinar la autenticidad de nuestras creencias, a soltar los grilletes invisibles impuestos, y a reconectar con una libertad genuina, nacida del conocimiento interior y el amor propio. Quizá, solo desde esa perspectiva, no necesitaremos que ningún sistema externo nos diga cómo celebrar, amar, trabajar o existir. Porque lo haremos desde la verdad profunda de nuestro ser, desde la experiencia de haber mirado —cara a cara, y sin miedo— la estructura de la propia jaula.

 

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 

LIBROS PARA PSICONAUTAS

El camino del psiconauta - Stanislav Grof

Libro: El camino del psiconauta [vol. 1]: La enciclopedia del viaje interior
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PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

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RAVES VS RITUALES CHAMÁNICOS: ¿QUÉ ES LO QUE LOS DIFERENCIA?

RAVES VS RITUALES CHAMÁNICOS: ¿QUÉ ES LO QUE LOS DIFERENCIA?

Drogarse no es ser un psiconauta

En la actualidad, existe una creencia errónea de que el simple consumo de sustancias psicodélicas ya convierte a una persona en un psiconauta. Es importante observar que, al igual que un buzo debe saber nadar y tener ciertas aptitudes físicas antes de recibir su certificación para adentrarse en las profundidades del mar, el uso consciente y seguro de psicodélicos requiere una preparación previa y un conocimiento adecuado.

Es cierto que cada vez son más las personas que se toman sustancias psicodélicas con la idea de divertirse o experimentar algo nuevo, pero esto no significa que sean psiconautas o chamanes expertos en el uso de estas sustancias, y menos en base a la gran cantidad de sustancias psicodélicas que consumen y sobre todo con «dosis heroicas». Es esencial tener en cuenta tanto el tipo y la cantidad de sustancia que se consume, como el lugar y las condiciones en las que se consume ya que en algunos casos pueden llevar a una experiencia traumática o lo que se conoce como «mal viaje» si no se utilizan en un entorno seguro y con una preparación adecuada.

Además, es importante tener en cuenta que si se utilizan poderosos psicoactivos que te pueden catapultar a las profundidades de la psique, se corren determinados riesgos que son posibles de evitar. El psiquiatra Carl Jung afirmaba que el camino hacia las profundidades de la psique es difícil y requiere valentía y fuerza para enfrentar tanto las figuras o fuerzas arquetípicas como los aspectos reprimidos de nuestra propia psique. Por esta razón, es crucial tener una comprensión adecuada de lo que se está haciendo y por qué se está haciendo antes de embarcarse en el uso indiscriminado de sustancias psicodélicas.

Una rave no es un sustituto de un ritual chamánico

Otra creencia similar a la anterior es la de que una rave es un sustituto o un equivalente de un ritual chamánico. Puede que sea un sustituto de una celebración social o un baile folclórico tradicional, pero no es un ritual chamánico. Hay algunas personas, y no son pocas —cada vez hay más literatura al respecto— que equiparan una iniciación chamánica al hecho de asistir a una rave.

Primeramente, es importante destacar que los rituales chamánicos son una práctica milenaria que se remonta a las culturas indígenas de todo el mundo. Estos rituales son una forma de conectar con los espíritus y las fuerzas de la naturaleza, y buscan curar enfermedades, resolver problemas, y obtener información valiosa. Los chamanes son los líderes de estos rituales y actúan como intermediarios entre los mundos visible e invisible y no son meros Discjokeys de moda.

Por otro lado, las raves son un fenómeno moderno que surgió en la década de 1980 en Europa y se extendió por todo el mundo. Aunque algunas personas pueden experimentar estados alterados de conciencia en una rave debido al uso de drogas o la propia danza, el objetivo principal es disfrutar de la música y bailar con amigos, pero nadie sale transformado o sanado de alguna neurosis de una rave. Si a caso, ha conseguido evadirse de su realidad durante unas horas pasando un buen rato.

Aunque ambas actividades pueden involucrar estados alterados de conciencia, un ritual chamánico y una rave son dos prácticas muy diferentes con objetivos y contextos distintos. Mientras los rituales chamánicos son una práctica espiritual y ceremonial capaz de contener y orientar profundos estados modificados de conciencia. En cambio, en las raves se dan una amplia gama de problemas derivados del consumo indiscriminado de sustancias psicodélicas ya sea por imprudencia o ignorancia de los participantes.

 

Problemas con el uso indiscriminado de psicodélicos

Los estados alterados de la conciencia experimentados bajo los efectos de sustancias psicodélicas también nos conducen a una forma determinada de psicosis, la denominada “psicosis experimental”, y es a través de  un contexto adecuado en donde el contenido del inconsciente y ayudado por la guía  adecuada, podemos integrar terapéuticamente la experiencia, ya sea durante el transcurso de la misma o un tiempo  después.
 
Sin embargo, conviene señalar precisamente que el empleo indiscriminado y sin control que se suele hacer en nuestras sociedades contemporáneas de estas substancias, supone en ese sentido un grave riesgo para el individuo, que puede ocasionar diversos problemas sin la integración adecuada de la experiencia psicodélica. Este es el gran dilema de utilizar recreativamente poderosas substancias modificadoras de la psique, dado que, llegado el caso, ni la ignorancia ni la imprudencia protegerán al individuo de una experiencia desagradable o incluso devastadora, modelada por los contenidos ocultos e incontrolados del inconsciente (la sombra que forma parte de nuestra psique). Lo cierto es que hay personas capaces de integrar su experiencia —aun siendo muy dura— en la cotidianeidad mientras que otras quedan profundamente afectadas. ¿Quién quiere abrir la caja de Pandora?
 

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS PARA PSICONAUTAS

Integración Psiquedélica: Lógicas no ordinarias y retos de la psicoterapia en estados expandidos de consciencia de Marc B. Aixalà

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Autor: Marc B. Aixalà

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cuaderno MI EXPERIENCIA PSICODÉLICA

Libro: MI EXPERIENCIA PSICODÉLICA: Diario de viajes psicodélicos ideal para psiconautas
Autor: PlantasMaestras.net

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PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

LOS 8 NEUROCIRCUITOS Y SU ACTIVACIÓN CON PSICODÉLICOS

LOS 8 NEUROCIRCUITOS Y SU ACTIVACIÓN CON PSICODÉLICOS

Timothy Leary pionero de la psiconáutica

Timothy Leary fue un psicólogo y escritor estadounidense conocido por su investigación y promoción del uso de alucinógenos o psicodélicos como una herramienta para el cambio personal y la conciencia. En la década de 1960, Leary desarrolló la teoría de los «8 circuitos cerebrales», que sostenía que el cerebro humano tiene ocho sistemas de circuitos neuronales que controlan distintos aspectos del comportamiento y la conciencia. Cada uno de estos sistemas impone su propia impronta y experiencia subjetiva de la realidad. El término «circuito» se equipara a una metáfora del cerebro como hardware de computadora y al cableado del cerebro como circuito.

Según Leary, cada circuito se activa a medida que el individuo avanza en su desarrollo y evolución personal. Leary sostenía que el uso de psicodélicos podía ayudar a activar y desarrollar estos circuitos de manera más rápida y efectiva, y que esto podía conducir a una mayor comprensión y expansión de la conciencia.

Así Leary nos proporcionó un magnífico mapa para que todo psiconauta que se adentre en los espacios interiores pueda comprender la conciencia y explorar la realidad en sus diferentes niveles.

 

Los 8 circuitos cerebrales

Según la teoría de los 8 circuitos cerebrales de Timothy Leary, cada uno de estos circuitos se encarga de controlar distintos aspectos del comportamiento y la conciencia. Los primeros cuatro circuitos tratan sobre la vida terrestre y la supervivencia de la especie y están relacionados con el hemisferio izquierdo del cerebro. Los siguientes cuatro circuitos son post-terrestres y están vinculados al hemisferio cerebral derecho, y tratan sobre la evolución de la especie, estados alterados de conciencia, habilidades psíquicas, experiencias místicas o el estado de iluminación.
A continuación, proporciono una descripción más detallada de cada uno de estos circuitos:

1. CIRCUITO «BIOSUPERVIVENCIA»: Este circuito es el más primitivo y se encarga de las funciones básicas de supervivencia, como respirar, comer y dormir. También se encarga del instinto de reproducción y la protección del cuerpo. Este circuito habría aparecido evolutivamente en los primeros organismos biológicos hace aproximadamente 2 o 3 miles de millones de años. En los seres humanos, el circuito se activa con el nacimiento y guía la conciencia del recién nacido durante los primeros meses de vida.

2. CIRCUITO «EMOCIONAL-TERRITORIAL»: Este circuito se encarga de las emociones y el control de los impulsos. También se encarga de la formación de la personalidad y la construcción de la autoestima. El circuito emocional-territorial comienza a activarse cuando el recién nacido empieza a gatear y a caminar, separándose del cobijo materno y empezando a establecer relaciones jerárquicas y territoriales con el resto de los miembros de la familia. El infante empieza a desarrollar un centro emocional y comienza a luchar por un estatus en la vida familiar. Las personas asentadas en este circuito cerebral estarán obsesionadas con el territorio y el estatus. Percibirán la realidad como una situación de competitividad política y territorial, en constante enfrentamiento con los demás para reafirmar la propia posición e imponer su túnel-realidad.

3. CIRCUITO «SIMBÓLICO-SEMANTICO»: Este circuito supuestamente apareció primero cuando los homínidos comenzaron a diferenciarse del resto de los primates hace aproximadamente 7 u 8 millones de años, y se caracteriza por la capacidad de discurrir y razonar. El circuito simbólico-racional se activa cuando el niño empieza a formular conceptos ya complejos y a verbalizarlos por medio del lenguaje. El niño empieza a conceptualizar, a estructurar información y a expresarla por medio de símbolos, primero verbales y posteriormente gráficos. Además, el niño empieza a manipular herramientas más complejas para resolver problemas concretos y aportar soluciones prácticas. También se encarga de la creatividad, de la exploración  y la confrotación con los límites. En este circuito el niño aprende a conceptualizar y compartimentar la realidad, aprendiendo y asimilando conceptos guía que dirigen su realidad, tales como “Ley”, “norma”, “pecado”, y tantos otros.

4. CIRCUITO «DOMESTICACIÓN SOCIO-SEXUAL»: Este cuarto circuito, al igual que el tercero, es plenamente humano, y empezó a establecerse con fuerza con el nacimiento de los asentamientos grupales más numerosos y de la sociedad moderna, hace aproximadamente 30.000 años. Este circuito se activa durante la edad adulta temprana y se centra en la identidad y la pertenencia a un grupo. Enfocandose en las normas y valores del grupo y de la conformidad a ellos y el cumplimiento de roles sociales. También se encarga de la comunicación y de la resolución de conflictos. Las personas asentadas en este circuito, menos numerosas que las del segundo y tercer circuito, tendrán una visión de vida en el que se dará prioridad a los conceptos de ética y de moral. Utópicos, idealistas o moralistas forman parte típicamente de este circuito, siendo un rasgo habitual el que el individuo se considere la persona de mayor autoridad moral de su grupo y psicológicamente más madura.

5. CIRCUITO «NEUROSOMÁTICO HOLÍSTICO»: El quinto circuito se activa cuando el ser humano logra superar los cuatro circuitos inferiores, y a través de un salto cualitativo, alcanza un nuevo nivel caracterizado por el enriquecimiento sensorial y la la conciencia del cuerpo o propiocepción. La experiencia de este circuito a menudo acompaña a una búsqueda hedonista marcada por un desapego de los mecanismos previamente compulsivos de los primeros cuatro circuitos.

6. CIRCUITO «NEUROGENÉTICO COLECTIVO»: Este circuito se activa durante la edad adulta tardía y se encarga de la conexión con los arquetipos universales y el simbolismo. Se activa la verdadera experiencia mística y al acceso al inconsciente colectivo. Este sexto circuito es el de los chamanes, los místicos y los yoguis. El sexto circuito activa la conciencia mística del individuo, entablando contacto con las realidades superiores y dejando en un plano más subordinado la realidad material de los circuitos inferiores.

7. CIRCUITO «META-PROGRAMADOR»:  El séptimo circuito es aquel en el que la persona no sólo ha conseguido superar los circuitos inferiores e integrar su personalidad (quinto circuito), y ha entablado contacto con las esferas superiores no materiales (sexto circuito), sino que empieza a disponer de los mecanismos necesarios para cambiar su propia realidad, eliminando las viejas estructuras de su propia mente y reescribiendo en plena libertad nuevas estructuras. Este circuito se encarga de la comprensión de la interconexión de todo en el universo y de la compasión hacia los demás. También se encarga de la resolución de problemas a nivel global. Las personas que acceden a este circuito son poco comunes, es el circuito de los grandes revolucionarios espirituales, de los Bodhisattvas y de los profetas. 

8. CIRCUITO «CUÁNTICO NO-LOCAL» O «META-ESPACIAL»: El octavo circuito es la cúspide del sistema. En este nivel, el cerebro consigue superar lo inmediato y lo próximo , uniéndose con lo pequeño y lo grande en la “Gran Mente Cósmica”. En este circuito se experimenta la unión con el todo, el retorno a la fuente del Tao, la experiencia de la unidad. En los circuitos inferiores, la mente siguen comportándose de una manera dual, distinguiendo entre el yo y todo lo demás. En el octavo circuito se supera esta última limitación, accediendo al último nivel de conciencia y transcendiendo cualquier dualidad: materia-espíritu, Dios-hombre, activo-pasivo, bien-mal, etc. Este circuito, según Leary, solo puede ser activado mediante el uso de potentes alucinógenos y se encarga de la comprensión de la realidad más allá de la percepción humana normal. También se encarga de la conexión con una inteligencia superior o con un plan divino. Este es el circuito del Buddha, Cristo, Lao Tse, Enoch etc.

Otros autores y los neurocircuitos

Las ideas de Leary influyeron poderosamente en la obra de Robert Anton Wilson, escritor, filósofo y activista estadounidense conocido por su trabajo en el campo de la ciencia ficción y la teoría de la conspiración. El libro de Wilson de 1983, Prometheus Rising, un trabajo en el que documenta con profundidad el modelo de conciencia de ocho circuitos de Leary.

Sin embargo, a diferencia de Leary, Wilson sostenía que estos circuitos no se activan de manera lineal a medida que el individuo avanza en su desarrollo, sino que pueden ser activados de manera simultánea y que cada persona tiene distintos niveles de desarrollo en cada uno de ellos.

Antero Alli es otro autor que desarrolló aún más la teoría de los 8 neurocircuitos o sistemas cerebrales que operan dentro del sistema nervioso humano.

Esta teoría sobre los 8 circuitos cerebrales aún no ha sido aceptada en la comunidad científica, ya que la propia ciencia al estar atorada en el cuarto circuito y no tiene la capacidad de ver y saltar a un nivel superior. Aun así, podemos ver que la teoría de los 8 neurocircuitos tiene gran semejanza con la pirámide de A. Maslow, el sistema integral de K. Wilber o a la visión de la realidad de diversas tradiciones milenarias como el sistema de chakras tántrico o el Árbol de la vida kabalista.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS PARA PSICONAUTAS

Book Prometheus Rising

Libro: Prometheus Rising
Autor: Robert Anton Wilson

Precio: 21,81 €

book: The Eight-Circuit Brain

Libro: The Eight-Circuit Brain: Navigational Strategies for the Energetic Body
Autor: Antero Alli

Precio: 21,81 €

 

 

book: Angel Tech - A Modern Shaman's Guide to Reality Selection

Libro: Angel Tech: A Modern Shaman’s Guide to Reality Selection
Autor: Antero Alli

Precio: 21,56 €

 

 

LAS REVELACIONES DEL KYKEÓN

LAS REVELACIONES DEL KYKEÓN

Los misterios de Eleusis

En los misterios griegos de Eleusis, practicados en el Mediterráneo durante al menos unos 2.000 años, se iniciaba a un grupo escogido de neófitos en el grado de epóptai, «los que han visto», dirigidos por los hierofantes, llamados así porque se les consideraba «reveladores de lo sagrado». En el templo de Eleusis, el iniciado emprendía una vida nueva a modo de una resurrección, dado que los secretos de la vida y la muerte le había sido revelados a lo largo de los misterios. En estos ritos se conmemoraba el drama de Démeter, la diosa de la vida y la agricultura, en busca de su hija Perséfone, quien fue raptada por Hades, el dios de la muerte y el inframundo, para convertirla en su esposa.
En Eleusis, después de una intensa y ardua preparación, se vivía una reveladora experiencia mística tras la cual nada sería igual para el iniciado: «La Gran Noche». Esta experiencia de «La Gran Noche» estaba inducida por una papilla con propiedades visionarias llamada kikeón, probablemente elaborada a partir de algún tipo de hongo enteógeno. Si bien es cierto que todavía existen pocos estudios concluyentes al respecto, se cree que, tal y como afirman Hofmann, Wasson y Ruck en El camino a Eleusis, una solución al enigma de los misterios, el kikeón era una papilla de cereales, posiblemente cebada o centeno infectado de claviceps purpurea, el cornezuelo del centeno: un hongo parásito que contiene un potentísimo alcaloide con efectos enteógenos, la dietilamida del ácido lisérgico o LSD.

 

La hipótesis del hongo psicodélico

Se decía que participar en la ceremonia era una experiencia mística en la que tras ingerir el kykeón, se experimentaban: «temblores, vértigo, sudor helado, y una visión que hacía parecer todo lo antes visto como ceguera, una sensación de sorpresa y maravilla ante una brillantez que causaba un profundo silencio, pues lo que acababa de ser visto y sentido no podía comunicarse jamás; las palabras no estaban a la altura de la tarea». Todo esto resulta bastante familiar a quienes ya hayan tenido una experiencia cumbre con alguna clase de enteógeno.

Aunque Wasson, Hofmann y Ruck aportan convincentes elementos para apoyar la hipótesis de que el enteógeno en cuestión era el hongo Claviceps purpurea o el Claviceps paspaldi, esta teoría sigue siendo controvertida, pues preparaciones de kykeón hechas a partir de cebada parasitada por cornezuelo han arrojado resultados no concluyentes. En el libro The immortality key, de Brian C. Muraresku, se recogen estudios recientes sobre cómo se han obtenido evidencias arqueoquímicas sobre el uso de cornezuelo como sustancia visionaria en los ritos eleusinos.

Terence McKenna ha propuesto que los misterios giraban en torno a una variedad de hongos psilocíbicos, aunque parece haber pocas evidencias a favor de esta teoría. También se han sugerido algunos agentes enteogénicos más, como la amanita muscaria o la pegamun harmala, pero todas estas teorías carecen de pruebas consistentes.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS SOBRE ENTEÓGENOS Y PSICODÉLICOS

Arqueología de las plantas embriagantes

Libro: Arqueología de las plantas embriagantes
Autor: Giorgio Samorini

Precio: 26,40 €

Los Alucinogenos En El Mito - Samorini

Libro: Los Alucinogenos En El Mito
Autor: Giorgio Samorini

Precio: 14,28 €

 

 

Libro: El camino a Eleusis

Libro: El camino a Eleusis: Una Solusolucion al enigma de los misterios
Autor: R. Gordon Wasson, Albert Hofmann, Carl A. P. Ruck

Precio: 42,21 €