EL VIAJE DEL HÉROE HACIA LA TRASCENDENCIA: UNA VISIÓN PSICODÉLICA

EL VIAJE DEL HÉROE HACIA LA TRASCENDENCIA: UNA VISIÓN PSICODÉLICA

Cruzando el umbral: el psiconauta y el inicio del viaje psicodélico

El viaje del héroe, arquetipo universal que Joseph Campbell rastreó en mitos y relatos de todos los tiempos, comienza con una llamada. Esta señal puede ser una inquietud, una crisis, un sueño o la atracción hacia lo desconocido. En el camino psicodélico, ese llamado se encarna en la decisión consciente de explorar el vasto continente interior a través de plantas maestras o enteógenos.

Aquí, el héroe se descubre como peregrino, guerrero y psiconauta: aquel que navega por las geografías y los profundos océanos del alma. El psiconauta se aventura, equipado de coraje e intuición, a desafiar sus propios límites y a sumergirse en territorios aún no cartografiados de la psique. Adaptarse a lo desconocido es su reto permanente: cada visión inesperada, emoción poderosa y miedo ancestral se convierten en aprendizajes y pruebas a las que debe responder con humildad y coraje.

En las primeras etapas de la experiencia, el héroe psiconáutico se enfrenta, como en las viejas sagas, a enemigos cargados de simbolismo: sombras internas, pensamientos obsesivos, fragmentos infantiles o voces de la culpa. El periplo exige flexibilidad, observación y entrega, porque cada instante trae consigo nuevos desafíos y posibilidades de autoconocimiento.

 

Descenso al caos: disolución, muerte simbólica y renacimiento

Stanislav Grof, pionero en el estudio científico de los estados no ordinarios de conciencia, describe la experiencia psicodélica como un descenso al “caos precósmico”, donde todas las formas previas de identidad se deshacen. Aquí, el psiconauta —el héroe psicodélico— desciende a la caverna del inconsciente, enfrentándose al vértigo de lo informe, a la agonía de lo desconocido y a la muerte simbólica del ego.

En esta profundidad, los mitos cobran vida: el dragón, el mar tempestuoso, la noche oscura, son imágenes vivas de la psique en proceso de disolución. Grof describe cómo, para renacer, el psiconauta debe rendirse totalmente, dejándose atravesar por el dolor y el desconcierto. Sólo así puede emerger una visión nueva, una estructura psíquica ampliada, una comprensión más profunda de sí mismo y del cosmos.

Las culturas tradicionales sabían que el “viaje al inframundo” o catábasis era indispensable para recuperar la inspiración y el sentido. El caos no es disfunción, sino potencial creativo: aquello que parece destrucción es, en realidad, el primer paso para acceder a una vida más plena y significativa.

 

Integración, regreso y la importancia de lo interno en la vida cotidiana

El regreso del psiconauta, o héroe psicodélico, es la fase final y quizá más exigente. No basta con atravesar mundos interiores: es esencial integrar el aprendizaje y transformar la vida ordinaria con el tesoro hallado. El héroe regresa a su comunidad —a la familia, al trabajo, a las relaciones diarias— trayendo consigo una visión renovada, mayor empatía, seguridad en sí mismo y creatividad.

En palabras de Campbell: “La cueva a la que temes entrar guarda el tesoro que buscas”. Sin embargo, ese tesoro solo cobra pleno sentido si se aplica en el día a día. Aquí es pertinente la visión de C. G. Jung, quien subraya que “quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta”. Para Jung, el viaje interior y la confrontación con el inconsciente no tienen valor si no transforman y enriquecen la vida cotidiana: solo integrando lo descubierto en el profundo trabajo interno podemos vivir con mayor autenticidad, equilibrio y conciencia en el mundo externo.

Así, lo que se trabaja y comprende en el mundo interno —los nudos emocionales, los potenciales creativos, los miedos y visiones trascendentes— se convierte en semilla fértil para afrontar los retos de la existencia diaria. El psiconauta regresa diferente: más sabio, más humilde, y más conectado consigo mismo y con los demás. La vida cotidiana se transforma en un escenario donde desplegar, una y otra vez, el proceso heroico de adaptación, autodescubrimiento y trascendencia.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS PARA PSICONAUTAS

El camino del psiconauta - Stanislav Grof

Libro: El camino del psiconauta [vol. 1]: La enciclopedia del viaje interior
Autor: Stanislav Grof

Precio: 23,75 €

Guía del explorador psicodélico

Libro: Guía del explorador psicodélico. Cómo realizar viajes sagrados de modo seguro y terapéutico
Autor: James Fadiman

Precio: 18,90 €

 

 

PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

5 VERDADES INCÓMODAS SOBRE EL ROL DEL FACILITADOR PSICODÉLICO

5 VERDADES INCÓMODAS SOBRE EL ROL DEL FACILITADOR PSICODÉLICO

La Fiebre del oro psicodélico y lo que nadie cuenta

 

Vivimos en medio de una fiebre del oro psicodélico. El entusiasmo en torno a estas herramientas para la sanación y el autodescubrimiento crece cada día, prometiendo atajos hacia la conciencia expandida y la curación de traumas profundos. Pero, ¿Qué sucede cuando la música se detiene y las visiones se desvanecen? ¿Cómo se traduce una experiencia trascendental en un cambio real y duradero?

La cultura popular se ha obsesionado con el clímax del viaje, pero la verdad es que la parte más crucial no es la experiencia en sí, sino el meticuloso y a menudo confuso proceso de integración que viene después. En este terreno, el rol del facilitador o guía es fundamental, aunque radicalmente distinto de lo que la mayoría imagina. No es un director de orquesta cósmica, sino un arquitecto de la asimilación. A continuación, revelamos cinco verdades contraintuitivas sobre este rol y el verdadero trabajo que implica acompañar un proceso psicodélico.

 

1. La verdadera «medicina» no es la sustancia, sino la digestión posterior

La fascinación cultural con la experiencia psicodélica —las luces, las visiones, las emociones intensas, la sensación de unidad o revelación— representa una mirada incompleta, y a veces peligrosa, del proceso. Creer que la sustancia por sí sola tiene el poder de curar es como pensar que un banquete nos nutrirá sin necesidad de digerirlo. La verdadera transformación no proviene de lo que se ve o se siente durante el viaje, sino de lo que ocurre después: cómo se procesa, se asimila y se traduce en cambios reales en la vida cotidiana.

El trabajo profundo comienza una vez que la intensidad se disipa y la experiencia deja de ser “un evento extraordinario” para convertirse en una invitación a revisar creencias, relaciones, hábitos y formas de estar en el mundo. Aquí es donde aparece la auténtica medicina: en la integración consciente de lo vivido, en el discernimiento de qué mensajes o símbolos son relevantes y en la humildad de no aferrarse a las visiones como verdades absolutas, sino como espejos del propio proceso interno.

Un facilitador competente entiende que su tarea no termina al apagar las velas de la ceremonia. Por el contrario, el verdadero acompañamiento empieza en el silencio posterior, cuando la mente intenta comprender lo inefable y el corazón busca sentido en lo revelado. Guiar la digestión de la experiencia implica ofrecer contención, herramientas y perspectiva para que la persona pueda convertir una vivencia intensa en sabiduría encarnada. Solo entonces la experiencia psicodélica cumple su propósito: no como un escape de la realidad, sino como una vía para habitarla con mayor presencia, coherencia y profundidad.

 

2. La revelación puede traer euforia, pero la integración a menudo empieza con el dolor

Tras una experiencia psicodélica de gran intensidad, como la de unidad cósmica o amor incondicional, el individuo experimenta a menudo un choque desestabilizador al volver a la realidad cotidiana, un fenómeno que se describe a veces como el «latigazo del ego» (o ego whiplash). Esta disonancia entre la visión trascendental y las exigencias del día a día resulta abrumadora. La euforia inicial cede paso a una desorientación, ya que la mente debe clasificar la información recibida a raudales y se enfrenta a los patrones de sufrimiento, traumas no resueltos o las ilusiones desmoronadas ante la verdad vivida.

Es crucial entender que las plantas maestras son aceleradores de procesos, no evitadores de procesos. Por tanto, la integración a menudo se inicia con el dolor, que se experimenta como una parte natural del crecimiento. Intentar rechazar o censurar esta experiencia difícil obstaculiza el proceso de sanación.

Muchas veces, el dolor que surge en la integración no sólo está relacionado con traumas previos, sino también con el desmontaje de antiguos sistemas de creencias y autopercepción. Al confrontar esas verdades reveladas por la experiencia psicodélica, la persona se ve obligada a reconsiderar roles, relaciones y estructuras personales que hasta entonces le otorgaban seguridad o significado. Este proceso puede generar sensación de vacío, duelo por la “antigua identidad” y resistencia al cambio. Sin embargo, atravesar este terreno incómodo con presencia y apoyo adecuado permite que el dolor se convierta en un catalizador de transformación profunda, despojando capas superficiales y abriendo espacio para una autenticidad renovada. Así, el facilitador psiconáutico guía y contiene, recordando que el crecimiento real implica atravesar la incomodidad y aprender a sostenerse en la vulnerabilidad.

 

3. El choque de paradigmas: herramientas ancestrales fuera de su contexto

El uso de sustancias psicodélicas o enteógenas en la sociedad occidental contemporánea genera una profunda disonancia cultural. Este conflicto surge del choque entre dos cosmovisiones radicalmente distintas. En sus contextos de origen —tradicionales o chamánicos— estas sustancias están integradas en sistemas de conocimiento holísticos, rituales y comunitarios. En cambio, en Occidente se abordan desde un paradigma individualista, racional y fuertemente influido por la ciencia y la psiquiatría.

Cuando una persona occidental se adentra en un viaje con estas medicinas sin una preparación cultural o espiritual adecuada, se enfrenta a una realidad que trasciende los límites de su comprensión habitual. El contenido que emerge de estos estados no ordinarios de conciencia es, con frecuencia, inefable, sorprendente e impredecible.

La principal dificultad radica en que la experiencia psicodélica se desarrolla en un plano no ordinario, regido por lógicas muy distintas a las de la conciencia de vigilia. En la mentalidad occidental, tendemos a concebir los procesos de forma lineal, causal e individual. Sin embargo, en los estados ampliados de conciencia, se revelan dinámicas circulares, interdependientes y simbólicas, que invitan a una comprensión más holística de la existencia.

Este desencuentro entre las dos lógicas —la ordinaria y la no ordinaria— convierte el proceso de integración en una etapa esencial. Si la experiencia trasciende el marco de referencia previo y la persona carece de herramientas o lenguaje para interpretarla, puede quedar atrapada en la confusión o el desconcierto. Sin una adecuada integración, lo vivido puede resultar abrumador o incluso perjudicial.

El movimiento psicodélico global ha comenzado a reconocer la importancia central de la integración. En ausencia de un contexto cultural sólido que dé sentido a la experiencia —como ocurre en las sociedades chamánicas, donde estas prácticas forman parte orgánica de su cosmovisión—, el rol del facilitador se vuelve fundamental. Este actúa como un puente entre lo extraordinario del viaje y la realidad cotidiana.

El facilitador o guía debe poseer un conocimiento profundo de los paisajes internos y de las cartografías psicológicas y filosóficas que ayudan a navegar estos territorios —como la psicología transpersonal o el sistema de los ocho neurocircuitos de Timothy Leary—. Estas herramientas ofrecen marcos interpretativos para comprender los contenidos de la psique y la relación entre la conciencia y el inconsciente.

4. Un «mal viaje» puede ser tu mejor maestro (si tienes un buen mapa)

 

Se ha difundido la idea simplista y, a todas luces, errónea de que la labor central de un facilitador en contextos psicodélicos es garantizar una experiencia siempre placentera. Nada más lejos del rigor profesional. Las sustancias psicodélicas actúan como amplificadores no específicos, manifestando con intensidad el contenido psíquico, lo que inevitablemente incluye material reprimido o doloroso, a menudo referido como la sombra psicológica.
Estas experiencias, frecuentemente etiquetadas como «malos viajes» o experiencias desafiantes, se viven como caóticas e incomprensibles. Sin embargo, son un encuentro necesario con traumas no procesados, emociones bloqueadas o «sentimientos no sentidos». La resistencia del ego, que se aferra al control y juzga lo que ocurre durante el proceso, es a menudo la causa directa del sufrimiento y del estancamiento en el viaje interior.
El verdadero valor transformador reside en la capacidad para asimilar y dar sentido a este material emergente, y para ello es indispensable poseer un buen mapa.
El papel del facilitador es doble y esencial. En primer lugar, es responsable de co-crear un contenedor seguro (setting) que ofrezca la estabilidad necesaria para que el individuo pueda rendirse al proceso y atravesar las dificultades sin naufragar. La certeza de estar en un entorno seguro y apoyado es fundamental para que la persona se sienta capaz de ceder el control por completo.

En segundo lugar, y aquí reside la clave para convertir el caos en conocimiento, el facilitador es el poseedor de las cartografías de la conciencia necesarias para la integración. La experiencia psicodélica se produce en un estado no ordinario de conciencia, operando bajo lógicas distintas a las de la cotidianidad (por ejemplo, lógicas interdependientes y holísticas, frente a la linealidad causal de la vigilia). El contenido que emerge es a menudo inefable, manifestándose a través de imágenes, símbolos o metáforas. El rol del facilitador no es evitar estas dificultades, sino ayudar a descifrar el mensaje oculto en el caos mediante la integración.

 

5. El mayor riesgo no es la locura, sino la inflación del ego y las decisiones precipitadas

 

Contrario a la creencia popular, los peligros más comunes en el proceso psicodélico no suelen ser los brotes psicóticos, sino trampas más sutiles que emergen durante la integración. La euforia y la sensación de haber descubierto “la verdad” pueden conducir a una “inflación del ego” o a una “derivación espiritual”, donde la persona utiliza sus nuevas comprensiones para evadir conflictos emocionales o justificar conductas poco saludables. Un facilitador ético cumple aquí un rol fundamental: ayuda al participante a mantenerse enraizado en la realidad, recordándole que la verdadera sabiduría se demuestra en la vida cotidiana, no solo en la visión interior. También advierte sobre las decisiones impulsivas que deben evitarse hasta que la experiencia se haya asentado e integrado correctamente.

La inflación del ego es especialmente peligrosa porque puede disfrazarse de iluminación. La persona cree haber trascendido su humanidad o “entendido el juego” de la existencia, cayendo en una forma más sofisticada de autoengaño. En lugar de cultivar humildad y servicio, puede surgir una necesidad inconsciente de enseñar, sanar o guiar a otros sin haber completado su propio proceso de integración. Este fenómeno no solo pone en riesgo al individuo, sino también a quienes lo rodean, pues la autoridad percibida derivada de una experiencia mística puede utilizarse de manera irresponsable.
Por otro lado, las decisiones precipitadas —como abandonar una relación, dejar el trabajo o cambiar radicalmente de vida tras una sesión profunda— suelen surgir del impulso emocional de “seguir la verdad recién descubierta”. Si bien las experiencias psicodélicas pueden ofrecer una claridad profunda, las comprensiones necesitan tiempo, reflexión y contraste con la vida diaria para madurar. La integración es ese proceso de decantación donde lo simbólico se convierte en acción consciente, y donde las visiones se traducen en cambios sostenibles. Un acompañamiento adecuado permite distinguir entre el impulso del ego y la guía auténtica de la sabiduría interior, transformando lo extraordinario en algo verdaderamente humano.

 

¿Buscamos Experiencias o Buscamos Cambiar?

El verdadero renacimiento psicodélico no se trata de acumular experiencias extraordinarias ni de coleccionar visiones como si fueran trofeos. Se trata de comprometerse con el trabajo profundo, sostenido y, a menudo, incómodo que viene después. La verdadera transformación no está en el viaje, sino en los pasos que damos cuando volvemos a poner los pies en la tierra.
La promesa de los psicodélicos no es solo abrir las puertas de la percepción, sino ofrecernos el coraje de caminar a través de ellas hacia una vida más auténtica. La pregunta es, ¿estamos realmente dispuestos a dar esos pasos?

 
 

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 
 
 
 

LIBROS PARA PSICONAUTAS

Integración Psiquedélica: Lógicas no ordinarias y retos de la psicoterapia en estados expandidos de consciencia de Marc B. Aixalà

Libro: ntegración Psiquedélica: Lógicas no ordinarias y retos de la psicoterapia en estados expandidos de consciencia
Autor: Marc B. Aixalà

Precio: 25,65 €

cuaderno MI EXPERIENCIA PSICODÉLICA

Libro: MI EXPERIENCIA PSICODÉLICA: Diario de viajes psicodélicos ideal para psiconautas
Autor: PlantasMaestras.net

Precio: 8,72 €

 

 

PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

LAS REVELACIONES DEL KYKEÓN

LAS REVELACIONES DEL KYKEÓN

Los misterios de Eleusis

En los misterios griegos de Eleusis, practicados en el Mediterráneo durante al menos unos 2.000 años, se iniciaba a un grupo escogido de neófitos en el grado de epóptai, «los que han visto», dirigidos por los hierofantes, llamados así porque se les consideraba «reveladores de lo sagrado». En el templo de Eleusis, el iniciado emprendía una vida nueva a modo de una resurrección, dado que los secretos de la vida y la muerte le había sido revelados a lo largo de los misterios. En estos ritos se conmemoraba el drama de Démeter, la diosa de la vida y la agricultura, en busca de su hija Perséfone, quien fue raptada por Hades, el dios de la muerte y el inframundo, para convertirla en su esposa.
En Eleusis, después de una intensa y ardua preparación, se vivía una reveladora experiencia mística tras la cual nada sería igual para el iniciado: «La Gran Noche». Esta experiencia de «La Gran Noche» estaba inducida por una papilla con propiedades visionarias llamada kikeón, probablemente elaborada a partir de algún tipo de hongo enteógeno. Si bien es cierto que todavía existen pocos estudios concluyentes al respecto, se cree que, tal y como afirman Hofmann, Wasson y Ruck en El camino a Eleusis, una solución al enigma de los misterios, el kikeón era una papilla de cereales, posiblemente cebada o centeno infectado de claviceps purpurea, el cornezuelo del centeno: un hongo parásito que contiene un potentísimo alcaloide con efectos enteógenos, la dietilamida del ácido lisérgico o LSD.

 

La hipótesis del hongo psicodélico

Se decía que participar en la ceremonia era una experiencia mística en la que tras ingerir el kykeón, se experimentaban: «temblores, vértigo, sudor helado, y una visión que hacía parecer todo lo antes visto como ceguera, una sensación de sorpresa y maravilla ante una brillantez que causaba un profundo silencio, pues lo que acababa de ser visto y sentido no podía comunicarse jamás; las palabras no estaban a la altura de la tarea». Todo esto resulta bastante familiar a quienes ya hayan tenido una experiencia cumbre con alguna clase de enteógeno.

Aunque Wasson, Hofmann y Ruck aportan convincentes elementos para apoyar la hipótesis de que el enteógeno en cuestión era el hongo Claviceps purpurea o el Claviceps paspaldi, esta teoría sigue siendo controvertida, pues preparaciones de kykeón hechas a partir de cebada parasitada por cornezuelo han arrojado resultados no concluyentes. En el libro The immortality key, de Brian C. Muraresku, se recogen estudios recientes sobre cómo se han obtenido evidencias arqueoquímicas sobre el uso de cornezuelo como sustancia visionaria en los ritos eleusinos.

Terence McKenna ha propuesto que los misterios giraban en torno a una variedad de hongos psilocíbicos, aunque parece haber pocas evidencias a favor de esta teoría. También se han sugerido algunos agentes enteogénicos más, como la amanita muscaria o la pegamun harmala, pero todas estas teorías carecen de pruebas consistentes.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS SOBRE ENTEÓGENOS Y PSICODÉLICOS

Arqueología de las plantas embriagantes

Libro: Arqueología de las plantas embriagantes
Autor: Giorgio Samorini

Precio: 26,40 €

Los Alucinogenos En El Mito - Samorini

Libro: Los Alucinogenos En El Mito
Autor: Giorgio Samorini

Precio: 14,28 €

 

 

Libro: El camino a Eleusis

Libro: El camino a Eleusis: Una Solusolucion al enigma de los misterios
Autor: R. Gordon Wasson, Albert Hofmann, Carl A. P. Ruck

Precio: 42,21 €

 

 

LOS DIFERENTES TIPOS DE CHAMANES

LOS DIFERENTES TIPOS DE CHAMANES

¿SON TODOS LOS CHAMANES IGUALES?

Sería muy simplista asumir que todos los chamanes son grandes maestros o sabios excepcionales. Los chamanes surgen del colectivo humano y, por tanto, en ese selecto grupo de personas encontramos todos los aspectos de la naturaleza humana. Como el resto de la gente, los chamanes exhiben distintas habilidades, talentos y motivaciones dentro de su vocación. Y como dice José María Poveda en su libro Chamanismo, el arte natural de curar que para mayor precisión hay que distinguir entre chamán y chamanismo, pues no todos los actos del chamán son necesariamente actos chamánicos, y personas que no sean chamanes, pueden utilizar o desarrollar tareas basadas en tales técnicas. 

Dentro de su colectivo, los chamanes diferencian entre aprendiz, el individuo promedio, el que es bueno en su labor y el verdadero maestro. Por lo tanto hay una primera categoría que guarda relación con el nivel de habilidad. Obviamente hay chamanes que son más hábiles que otros, independientemente de sus años de experiencia. La experiencia es importante aunque no lo es todo. Aparte de las habilidades y los años de experiencia un chamán puede tener más talento que otro. Esto se manifiesta en los valores. Los valores están relacionados con aquello que para el chamán es significativo e importante, y determinan lo que un chamán hará o no hará con sus talentos, habilidades y conocimientos.

Existen cuatro sistemas de valores que influyen en la conducta de los chamanes. Así podemos encontrar de todo, unos mediocres y otros, excepcionales.

 

LOS DIFERENTES TIPOS DE CHAMANES

1. Chamanes orientados hacia la supervivencia.

El primero y más primitivo de los sistemas de valores chamánicos es el que está enfocado a la supervivencia. Éstos suelen ser muy supersticiosos, desconfiados y están dispuesto a hacer cualquier cosa para sobrevivir. Esto puede incluir asesinar a sus oponentes, practicar magia negra o hechicería para dañar a otros y conseguir sus fines egoístas. Son absolutamente despiadados y no entienden conceptos como amor, bondad, servicio o altruismo. Suelen sacrificar animales y usar sustancias embriagantes para sus ritos, como fermentos alcohólicos.
Su poder se basa en el miedo, y su empleo de las plantas de poder suele ser generalmente con fines adivinatorios (donde se encuentra la caza, los enemigos, etc..), con la finalidad de purgar el cuerpo físico o como medio de adquirir valor para la guerra. Las visiones con las plantas de poder suelen ser caóticas y sin significado aparente, por lo que las consideran un efecto secundario desagradable y no suelen cantar ícaros.
No son muy intuitivos, son rígidos e inflexibles y su forma de pensar es que cualquier problema o enfermedad esta causada por otros (visibles o invisibles) y perciben a los demás como enemigos.

2. Chamanes orientados hacia sí mismos.

Después del chamán orientado a la supervivencia viene la categoría de los chamanes que tienden a dar prioridad a su reputación. Para ellos lo importante y significativo es darse a conocer y tener éxito independientemente de los medios empleados para ello. Algunos son muy hábiles en el manejo tanto del mundo físico como del energético y cuentan con cierta ayuda del mundo invisible, aunque no de un nivel superior. Y aunque en muchos casos sanen a la gente, esa no es su motivación, si no la de hacerse ricos y adquirir poder.
Son personas que se dedican al chamanismo como negocio, no como vocación y utilizan sus técnicas o conocimientos para satisfacer sus fines egoístas. A veces muestran un gran carisma con el que atraen a la gente, pero no es más que la capa visible de un ego desmesurado.

3. Chamanes orientados al servicio.

Este grupo de chamanes está motivado por el servicio y ayuda a los demás. Tienen una profunda comprensión de la psicología de las personas y generan gran empatía en las personas. No recurren forzosamente a su tradición para orientarse, más bien se dejan guiar por su interior.
Por lo que no es extraño que incorporen elementos que no son de su tradición si consideran que benefician a la gente. Estos chames son flexibles y abiertos muestran grandes poderes curativos y siempre están dispuestos a ayudar a los demás. Tienen capacidad de manejar cierto tipo de aliados invisibles que le ayudan en su trabajo.

4. Chamanes orientados hacia la sabiduría.

Los chamanes orientados a la sabiduría son los grandes maestros. Son muy intuitivos, ven a los demás como si fueran transparentes. Tienden a ser directos y son muy compasivos y amorosos. Son muy respetados e incluso suelen ser líderes de sus comunidades. Demuestran gran destreza, fuerza y humildad.
Sus capacidades a veces se convierten en leyendas ya que dominan tanto la realidad física como el mundo invisible. Tienen un visión “vertical” del ser humano y destacan por su impecabilidad. Suelen ir acompañados de seres de luz, grandes seres invisibles que son invocados en las ceremonias para la transformación y sanción de los participantes.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS PARA PSICONAUTAS

El camino del psiconauta - Stanislav Grof

Libro: El camino del psiconauta [vol. 1]: La enciclopedia del viaje interior
Autor: Stanislav Grof

Precio: 23,75 €

Guía del explorador psicodélico

Libro: Guía del explorador psicodélico. Cómo realizar viajes sagrados de modo seguro y terapéutico
Autor: James Fadiman

Precio: 18,90 €

 

 

PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

BUFO, NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

BUFO, NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

El sapito de Sonora

El 5-MeO-DMT es un compuesto psicodélico natural presente en varios sapos de la especie bufo. Su presencia más conocida se encuentra en el veneno del Incilius alvarius (sapo del desierto de Sonora). Los efectos psicoactivos de las secreciones de sus glándulas cutáneas contienen una gran variedad de compuestos psicoactivos, entre ellos la bufotenina (5-OH-DMT) y la 5-MeO-DMT (5-metoxi-dimetiltriptamina). La bufotenina y la 5-MeO-DMT son dos alcaloides triptamínicos químicamente similar a la serotonina que inducen poderosas experiencias psicodélicas.

La 5-MeO-DMT también está presente en diversas variedades botánicas, como en la Diplopterys cabrerana (chaliponga) usada para elaborar ayahuasca o en especies de Virola, de Anadenantera y Phalaris, plantas que se han utilizado desde la antigüedad en la preparación de rapés psicoactivos como el yopo.

En la actualidad, el empleo del I. alvarius está cada vez más extendido, sin embargo, históricamente no hay apenas datos que muestren su utilización como sacramento sagrado. Tan solo es una suposición dada la gran variedad de representaciones iconográficas y mitológicas de sapos en las culturas olmeca, maya y azteca, que datan del año 2000 a.C. Igualmente podemos encontrar gran número de leyendas sobre el uso de los sapos en la brujería durante la Edad Media. También aparecen en el folclore tradicional como personajes de los cuentos infantiles generalmente asociados a hongos mágicos como en el toadtool (asiento del sapo). En cualquier caso, hay muchas personas que utilizan términos como «medicina ancestral» y «rituales tradicionales» en la promoción de sus actividades relacionadas al uso de la secreción del I. alvarius para darle un sentido de autenticidad a su trabajo y de esta manera atraer a los participantes. Esto ya indica una falta de veracidad que induce a pensar en un mero marketing económico por parte de los facilitadores que ofrecen experiencias con bufo.

 

Hasta el infinito y más allá

La experiencia con la secreción cutánea del I. alvarius generalmente es muy intensa y sobrecogedora, y produce una modificación extrema en la cognición. Muchas personas describen sensaciones de unidad cósmica, de acceso a una consciencia no dual u otras variedades de profundas experiencias espirituales. Algunas personas han comparado la vivencia con la experiencia de morir y acceder al más allá del más allá. Es común la pérdida de la sensación de identidad y la disolución del ego, así como sensaciones de expansión cósmica y de fundirse con el Todo.

Pero también, es muy frecuente que la súbita inmediatez de los efectos cause grandes reacciones de miedo y pánico, y la experiencia sea tremendamente abrumadora y traumática para algunas personas. Pueden producirse fuertes taquicardias, espasmos y movimientos espontáneos de forma incontrolada durante la experiencia, e igualmente producirse algún tipo de expresión involuntaria de sonidos (gritos, llantos, risas, etc.) sin que la persona sea consciente de ello. Por tanto, la presencia de un cuidador experto que mantenga la seguridad física de la persona y el entorno es prácticamente imprescindible.

 

Cuando el sapo no se convierte en príncipe

Las glándulas del I. alvarius no producen solamente bufotenina y 5-MeO-DMT, también contienen un derivado metilado de serotonina, bufotoxina y bufogenina, siendo éstos potentes glucósidos altamente cardiotóxicos. En el caso de 5-MeO-DMT, “el rango general de dosis” es de 6-20 mg, pero la cantidad de esta sustancia en la secreción puede variar, por ello, calcular la dosis eficaz es complicado y puede causar efectos no esperados en usuarios no preparados.

Los riesgos psicológicos de la experiencia con I. alvarius también tienen que ser tenidos en cuenta. Ya que aunque la experiencia puede resultar muy beatífica y placentera, también puede ocurrir que se experimente como aterradora y traumática. Igualmente es muy común que se produzca una Inflación del ego o síndrome mesiánico y la persona crea ser especial o una elegida de Dios.

Algunas personas reportan tener flashbacks de los efectos tras la experiencia, a veces incluso durante meses. En otros casos las personas padecen ansiedad, insomnio, ataques de pánico, depresión, disociación o estados de confusión. Muchas personas me relatan que después de haber tomado el sapito que “su cuerpo energético no encaja correctamente como antes” o “todo les parece irreal y que les resulta muy difícil realizar sus tareas cotidianas.”

Tener en cuenta los factores del contexto, el estado mental previo y la intención con la que se realiza la experiencia, así como la persona que administra la sustancia, es importante a la hora de decidir sobre la comunión con I. alvarius. Así mismo, el proceso de integración es de fundamental importancia para las personas que no tienen experiencias con psicodélicos ni otros tipos de trances espirituales. Aquellas personas que se planteen experimentar con esta sustancia deberían tener en cuenta todos estos factores antes de hacerlo y saber que la experiencia puede ser tan reveladora y gozosa, como aterradora y devastadora.

 

Luces y sombras: La ciencia tras el veneno dorado

Otro tipo de peligro yace al combinar con el sapo diferentes sustancias psicoactivas como ayahuasca, la iboga o fármacos antidepresivos, ya que éstos contienen bloqueadores de la MAO-A (monoaminooxidasa) e incapacitan al cuerpo de degradar el 5-MeO-DMT con normalidad, elevando radicalmente sus niveles, potenciando ciertos efectos y elevando el riesgo de toxicidad y síndrome serotoninérgico. Igualmente puede producir efectos imprevisibles: hipertensión, convulsiones, fiebre, confusión, colapso cardiovascular y peligros neuropsiquiátricos. El riesgo se multiplica por la variabilidad individual en el metabolismo y por la dificultad de calcular dosis seguras. Lo más prudente es dejar que pase un tiempo considerable (una a dos semanas) entre la experiencia del sapo y otros psicodélicos.

Por eso la recomendación es clara: nunca combinar I. alvarius con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), sean fármacos o plantas. El veneno dorado es un umbral para la alteridad, no una promesa de iluminación instantánea. El camino con I. alvarius no es para todos, ni para siempre. Requiere preparación, contexto, cuidado y el entendimiento de que la experiencia puede ser tan reveladora como devastadora. El verdadero trabajo comienza tras el regreso, cuando es tiempo de integrar el sentido del viaje y aprender de lo que el alma encontró en el Otro Lado.

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

LIBROS PARA PSICONAUTAS

El camino del psiconauta - Stanislav Grof

Libro: El camino del psiconauta [vol. 1]: La enciclopedia del viaje interior
Autor: Stanislav Grof

Precio: 23,75 €

Guía del explorador psicodélico

Libro: Guía del explorador psicodélico. Cómo realizar viajes sagrados de modo seguro y terapéutico
Autor: James Fadiman

Precio: 18,90 €

 

 

PLANTAS MAESTRAS. Guía de uso de enteógenos

Libro: PLANTAS MAESTRAS: Guía de uso de enteógenos
Autor: José Luis López Delgado

Precio: 15 €

 

 

MICRODOSIS PSICODÉLICAS: CUANDO MENOS ES MÁS

MICRODOSIS PSICODÉLICAS: CUANDO MENOS ES MÁS

Microdosis en la actualidad

Una microdosis es una dosis de una sustancia psicoactiva que es demasiado baja para producir un efecto modificador de la conciencia perceptible. Los hongos psilocibios y el LSD son las dos sustancias que son microdosificadas con mayor frecuencia, aunque la ketamina, el DMT o la ayahuasca van alcanzando cada día más popularidad.

Las razones por las que las personas toman microdosis son muy diversas: eliminar la ansiedad o la depresión, aumentar la creatividad o profundizar en los estados meditativos. Sin embargo, aunque los consumidores informan sobre muchos beneficios de las microdosis, el tema ha eludido durante mucho tiempo a la comunidad científica responsable de poner estos informes a prueba.

Afortunadamente, la creciente popularidad de las microdosis está impulsando una investigación científica más profunda sobre el tema. Hace cinco años, prácticamente no había estudios sobre microdosis de psicodélicos. Sin embargo, en todo este tiempo, podemos encontrar en revistas académicas cerca de 400 artículos diferentes publicados sobre el tema.

Destellos de esperanza

Los profundos cambios provocados por la psicoterapia asistida por psicodélicos están vinculados a las intensas tomas de conciencia que inducen las sustancias con macrodosis. Una microdosis de hongos psilocibios, que se encuentra entre 0,05g y 0,3g aproximadamente, no es probable que cause la profunda desintegración y reestructuración del ego asociada con una dosis completa de los hongos (de 2g a 3,5g). Pero eso no significa que las microdosis de hongos no sea beneficiosas. Lo que ocurre es que sus efectos no son perceptibles como una intensa alteración de la conciencia o experiencia psicodélica como ocurre con macrodosis.

Estos efectos son más sutiles y se van acumulando con el tiempo actuando paulatinamente, produciendo pequeños cambios en la vida del consumidor que marcan la diferencia. Por poner solo unos ejemplos, en algunos casos mejorará el estado de ánimo, la concentración o la memoria y en otros aumentará la creatividad o potenciará algún tipo de trabajo de desarrollo personal o proceso psicoterapéutico. Todo depende de la intención y el enfoque en lo que la persona quiera trabajar, algo muy similar a lo que ocurre con las macrodosis en contextos ceremoniales o terapéuticos.

 

¿Con qué frecuencia se debe tomar microdosis de psicodélicos?

Como sugieren investigadores como James Fadiman o Paul Stamets, la microdosificación suele ser intermitente. Eso significa que los consumidores tomarán una pequeña dosis cada dos, tres o cuatro días, durante un periodo en el cual se manifestarán resultados claros de lo que se pretende conseguir con el proceso de microdosificación. Las microdosis de psicodélicos puede ayudar a desmantelar lentamente los patrones de pensamiento negativos habituales y ofrecer nuevas formas de percibir y afrontar la vida.

Podemos decir que la microdosificación activa un proceso sutil en el que los pequeños cambios se convierten en resultados visibles a modo de beneficios a medio o largo plazo. Estos beneficios van vinculados con el propio compromiso de la persona ya que una parte fundamental de la ecuación es la intención de la persona que toma microdosis. Esto puede sonar poco científico, pero después de ver cientos de personas que en estos últimos cuatro años han experimentado con microdosis, los resultados positivos hablan por sí mismos.

«Los alcaloides no son los responsables de los cambios, son las propias personas que los consumen. Los alcaloides sólo facilitan que el cambio sea posible».

JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO

 

LIBROS SOBRE MICRODOSIS

Qué día más bueno. Tomar LSD en microdosis me cambió la vida

Libro: Qué día más bueno: Tomar LSD en microdosis me cambió la vida
Autor: Ayelet Waldman

Precio: 19,85 €

Cómo cambiar tu mente - Michael Pollan

Libro: Cómo cambiar tu mente: Lo que la nueva ciencia de la psicodelia nos enseña
Autor: Michael Pollan

Precio: 22,70 €

 

 

Microdosis de hongos mágicos

Libro: Microdosis de hongos mágicos
Autor: Xosé F. Barge

Precio: 4,99 €
(versión Kindle)