AYAHUASCA Y MEDIOS AUDIOVISUALES: ENTRE EL RITUAL SAGRADO Y EL SENSACIONALISMO
Un Enteógeno Bajo el Escrutinio Mediático
La ayahuasca ha trascendido los círculos chamánicos amazónicos para convertirse en un fenómeno de cultura popular global, reflejada en cine, televisión, documentales y plataformas digitales. Sin embargo, esta visibilidad mediática presenta una paradoja fundamental: mientras algunos formatos abordan la planta con rigor y respeto, otros la trivializan, sensacionalizan o demonizan. Esta dualidad revela cómo la narrativa audiovisual moldea la percepción colectiva, afectando tanto el debate científico como las políticas públicas y el respeto por los saberes originarios.
Cine: Entre la Transcendencia y la Búsqueda Espiritual
El cine ha explorado la ayahuasca desde múltiples ángulos, destacándose una clara bifurcación entre el abordaje artístico profundo y la representación superficial. Las películas de ficción narrativa como El Viento del Ayahuasca (Nora de Izcue) constituyen la primera aproximación cinematográfica mundial al ritual ayahuasquero, enfatizando el encuentro cultural y la dimensión sagrada de la planta en el contexto amazónico peruano. De manera similar, El Abrazo de la Serpiente (Ciro Guerra) teje una narrativa híbrida donde la ayahuasca funciona como símbolo de memoria, transcendencia y cosmovisión indígena, presentando a científicos occidentales en diálogo con el conocimiento chamánico.
Otros filmes como Ayahuasca (2021) y Ayahuasca, Expansão da Consciência (Brasil, 2018) buscan capturar el fenómeno contemporáneo de la ceremonia, enfocándose en el encuentro personal con la medicina y la selva. Los documentales cinematográficos como Stepping Into the Fire (2011) y Aya: Awakenings (2013) trascienden el reportaje tradicional para explorar el viaje colectivo a través de la experiencia psicodélica.
La Etnografía Cinematográfica y el Cine Experimental
D’autres Mondes (2004) representa un hito fundamental en la representación cinematográfica de rituales chamánicos. Esta obra de Jan Kounen documenta con rigor antropológico los rituales indígenas y el papel sanador del chamán amazónico, estableciendo un puente singular entre el documental etnográfico tradicional y la representación cinematográfica contemporánea que respeta la autenticidad y sacralidad del ritual.
Blueberry: La Experiencia Secreta (2004), también de Kounen, representa un caso de incomprensión crítica. Aunque adapta el cómic homónimo, la película deliberadamente abandona la narrativa clásica para sumergirse en un viaje psicodélico que trasciende los límites del género del western. Lo que muchos interpretaron como dispersión estética constituye una propuesta filosóficamente ambiciosa: no narra una historia convencional, sino que experimenta la transformación de la conciencia a través de recursos visuales que emulan la fenomenología chamánica. La ayahuasca y el chamanismo funcionan como eje temático que deconstruye las certezas narrativas, utilizando efectos visuales, distorsión temporal y sincretismo estético que reflejan la arquitectura del viaje visionario. La película exige del espectador una apertura cognitiva similar a la de la experiencia enteógena: abandonar las expectativas de coherencia narrativa para explorar la percepción expandida. Aunque radicalmente desafiante, constituye un raro ejemplo de cine que respeta la complejidad ontológica de la experiencia chamánica al convertir el medio en mensaje.
Ayahuasca (2019), del mismo director, representa una evolución significativa mediante realidad virtual inmersiva. Esta aproximación busca situar al espectador directamente en la geometría y fenomenología de la visión psicodélica, permitiendo una proximidad sensorial a la vivencia chamánica que el cine tradicional no puede lograr, transformando al espectador en navegante activo del viaje visionario.
Estas tres obras ilustran cómo Kounen transita desde el respeto etnográfico riguroso hacia formas de representación que privilegian la inmersión contemplativa sobre la espectacularidad narrativa.
Televisión: Documentalismo, Intimidad y Desinformación
La televisión ofrece un espectro más heterogéneo. Las docuseries como Kentucky Ayahuasca (Vice TV, 2018) documentan la adaptación occidental de la ceremonia, explorando historias de búsqueda de sanación mientras interrogan las tensiones éticas culturales inherentes a esta migración. 21 Días – Tomando Ayahuasca (España, Apple TV) presenta un reportaje vívido donde la experiencia directa se combina con reflexión crítica sobre los efectos físicos y psicológicos, así como el contexto sociocultural de la planta.
Series especializadas como Ayahuasca y Duelo (2024, YouTube), dirigida por Paola Claramont, adoptan un enfoque intimista, retratando el viaje personal y multidimensional de la sanación a través de la ceremonia. En la ficción española, la ayahuasca aparece recurrentemente como catalizador de autodescubrimiento en personajes atravesados por crisis existencial, aunque frecuentemente sin profundidad suficiente.
Sin embargo, la televisión también ha generado una producción considerable de telebasura sensacionalista: reportajes que vinculan irresponsablemente la ayahuasca con peligros, sectas y escándalos, sin distinguir entre el uso ceremonial legítimo y el abuso. Noticieros y magazines españoles y latinoamericanos suelen amplificar denuncias judiciales aisladas, asociando la planta a prácticas sectarias y rituales riesgosos, mientras ignoran sus dimensiones espirituales y terapéuticas. Este enfoque genera alarma moral, alimenta el estigma y distorsiona la percepción pública de manera significativa.
Documentales: Rigor, Diversidad y Profundidad
Los documentales constituyen el formato más riguroso en la exploración de la ayahuasca. Voces de la Ayahuasca, una serie de cuatro episodios promovida por la Plantaforma para la Defensa de la Ayahuasca y dirigida por Iñaki Berazaluce, examina la ayahuasca desde perspectivas indígena, científica y espiritual, contemplando también su futuro en la globalización. A diferencia de muchas producciones occidentales, esta serie prioriza deliberadamente las voces de los pueblos amazónicos originarios—curanderos, taitas y vegetalistas—como custodios y sabedores auténticos de la tradición. Los episodios «La Ciencia de la Ayahuasca» y «Santo Daime, la Religión de la Floresta» fueron lanzados como respuesta directa a las campañas de estigmatización orquestadas por fuerzas prohibicionistas y ciertos medios españoles. Esta serie constituye un acto de defensa cultural y epistemológica, insistiendo en que la narrativa sobre la ayahuasca no puede separarse del respeto y la autoridad de quienes la han preservado durante siglos.
Ayahuasca: Vine of the Soul (Netflix, 2010) analiza tanto los beneficios como las controversias del consumo en Occidente y la Amazonía. DMT: The Spirit Molecule, basado en la investigación del etnobotánico Rick Strassman, profundiza en la molécula DMT presente en la ayahuasca, explorando sus efectos en la percepción y la espiritualidad. Peyote to LSD: A Psychedelic Odyssey sitúa la ayahuasca en el contexto más amplio de rituales nativos con plantas sagradas, demostrando su relevancia cultural y potencial terapéutico. Documentales como Ayahuasca and the Path of the Shaman adoptan la perspectiva chamánica amazónica como punto de partida para explorar el despertar espiritual y la sanación.
La Nave del Encanto (Pedro Alonso, Netflix), por su parte, ofrece una aproximación visceral y sensorial al fenómeno de la ayahuasca en contextos contemporáneos de turismo espiritual y búsqueda occidental. Alonso documenta el encuentro entre viajeros de diversas culturas y la medicina amazónica, capturando tanto las transformaciones genuinas como las tensiones inherentes a esta migración de prácticas ancestrales hacia mercados globales. El documental privilegia la voz y la experiencia directa de los participantes, evitando tanto la idealización ingenua como el escepticismo desdeñoso, situándose en un espacio de observación etnográfica contemporánea.
Estos trabajos comparten características comunes: investigación rigurosa, integración de voces indígenas y occidentales, contextualización histórica y contemporánea, sustento científico y profundidad reflexiva. Contrariamente, los reportajes sensacionalistas priorizan el morbo, presentan testimonios aislados con lenguaje alarmista y evaden la contextualización cultural, perpetuando estigmas sin contribuir al conocimiento genuino.
La Comedia y la Trivialización: Burla sin Comprensión
La presencia de la ayahuasca en comedias televisivas y cinematográficas ha contribuido significativamente a su desacralización. Series como Brooklyn Nine-Nine han presentado el consumo accidental de ayahuasca como fuente de confusión y alucinaciones cómicas, descartando completamente cualquier contexto espiritual o ritual. Enlightened (HBO) caricaturiza la ceremonia como extravagancia new age, burlándose de la autoayuda sin explorar el auténtico trasfondo chamánico.
Estas representaciones cómicas y burlonas reducen la experiencia a un recurso para generar risa mediante la deformación y la trivialización, despojándola de complejidad cultural y rigor. El resultado es una visión casi circense que contamina la percepción general de la planta, particularmente entre públicos jóvenes que pueden no contar con marcos de referencia alternativos.
Impacto Social de la Desinformación Mediática
La cobertura sensacionalista genera consecuencias concretas y mensurables en el tejido social. La sobreexposición de noticias negativas provoca miedo social y rechazo que alimentan políticas represivas y la criminalización de usuarios y facilitadores legítimos, a menudo sin justificación científica sólida. Esta dinámica crea lo que algunos críticos denominan «pánico moral»: la culpa por sucesos desgraciados recae sobre la planta y los rituales, desviando responsabilidad de contextos inseguros o personas irresponsables.
El estigma mediático se traslada directamente a las comunidades indígenas y sus saberes, dificultando la transmisión intergeneracional de conocimientos ancestrales y erosionando el respeto por las prácticas originarias. Simultáneamente, la desinformación impide decisiones informadas sobre el potencial terapéutico y cultural de la ayahuasca, obstaculizando investigaciones médicas y debates públicos fundamentados en evidencia. En contextos como el europeo—particularmente España—la presión prohibicionista se intensifica, poniendo en riesgo tanto la práctica ceremonial legítima como el acceso a investigación científica responsable.
Criterios para Identificar Información Fiable
Ante esta proliferación de narrativas contradictorias, resulta esencial desarrollar capacidad crítica para discernir fuentes confiables. La información académica y científica publicada en revistas médicas, antropológicas y psicológicas especializadas ofrece un estándar de rigurosidad. Organizaciones como ICEERS, Chacruna, Takiwasi y Plantaforma (PDA) trabajan con transparencia ética en la divulgación, contrastando testimonios directos de usuarios y comunidades indígenas con análisis de expertos independientes.
Debe evitarse aquello que caracteriza la telebasura: reportajes alarmistas sin referencias, contenido promovido por intereses comerciales, «gurús» autoproclamados y medios sensacionalistas. La coherencia, profundidad y respeto por el contexto cultural y científico son marcadores clave de credibilidad.
Reflexión Final: Responsabilidad Mediática y Conocimiento Integral
La ayahuasca representa un caso paradigmático de cómo los medios masivos moldean imaginarios colectivos, afectando política pública, investigación científica y respeto cultural. Mientras documentales de calidad y cine reflexivo exaltan su simbolismo y relevancia, la telebasura y la comedia desinformada siembran miedo, confusión y superficialidad.
Esta dualidad expone una tensión fundamental: la visibilidad mediática puede amplificar el alcance del conocimiento ancestral o, contrariamente, distorsionarlo mediante la búsqueda de espectáculo rápido. El desafío contemporáneo radica en fomentar narrativas que respeten la complejidad de la ayahuasca, integrando perspectivas indígenas, evidencia científica y reflexión espiritual, mientras se resiste activamente a la banalización comercial y al sensacionalismo desinformado. La iniciativa de Voces de la Ayahuasca ejemplifica precisamente este compromiso: devolver la autoridad narrativa a los pueblos originarios, permitiendo que sus voces trasciendan el ruido mediático occidental.
Solo así es posible construir una percepción pública que honre tanto la profundidad de este enteógeno como la dignidad de quienes lo custodian y lo transmiten.
JOSÉ LUIS LÓPEZ DELGADO










